sábado, 29 de agosto de 2009

El estrés vacacional

Ya estamos a final de agosto. El fin del verano. La vuelta a casa. Con la canción “Amor de Verano” del Dúo Dinámico como banda sonora. El Dúo Dinámico inventó el fin del verano, dicen. Retorno al hogar y al trabajo. Con el estrés postvacacional. Una terrible patología, mezcla de nerviosismo y depresión, que se genera al volver a la oficina tras las vacaciones.

¿Patología por volver al trabajo? Mentira. Vaya trola. La verdadera patología es no volver al trabajo. De hecho, este verano ha habido estrés prevacacional y vacacional para las personas. “¿Volveré?”, se habrán preguntado muchos trabajadores mientras caminaban por la montaña o vagueaban en la playa. Que rollo puede llegar a ser el chiringuito en ocaciones.

Diría incluso que ese estrés vacacional habrá ido aminorando en la medida en que las vacaciones hayan ido concluyendo. Estoy seguro de que muchas personas habrán sentido un gran placer cuando se hayan sentado en su silla de la oficina durante el primer día de trabajo. “¡Que bien se está aquí!, con lo incómoda que era la playa”, habrán pensado.

Hay un invento que algunas grandes empresas están desarrollando: el tornillo para engancharse a la silla. Con este artilugio, que se va a generalizar este otoño, el trabajador se agarra a la silla y no hay quien le mueva. De hecho, muchos trabajadores ya están buscando este tornillo en internet todos los días. Pero no es fácil encontrarlo.

jueves, 27 de agosto de 2009

El Muro de Berlín, en peligro de extinción

He leído que Usain Bolt, el velocista más rápido de todos los tiempos (hasta ahora), le han regalado un trozo del Muro de Berlín. Precisamente, la ciudad que ha acogido a los recientes campeonatos del mundo de atletismo.

Pero Bolt no es el único. A mi también me regalaron un trozo del Muro de Berlín. Fue en un viaje organizado a la capital germana la pasada primavera organizado por una gran compañía. Yo también tengo mi pedacito de historia. Aunque, vistas las fotos que le han hecho a Bolt, mi trozo del Muro es un poco más pequeño. Es más modesto.

De todas maneras, me surgen dudas. Mi trozo del Muro es más pequeño que el de Bolt (sólo el trozo de Muro), pero en mi viaje a Berlín debieron de regalar al menos 200 o 300 trozos del Muro. Si esta empresa que recurrió a este presente no es la única a la que se le ha ocurrido regalar trozos del citado Muro, es que ya hay muchos trozos del Muro por todo el mundo. Y eso por no hablar de los pedazos que compran los turistas en las tiendas de souvenirs.

Está claro, el Muro de Berlín está en peligro de extinción. Yo he estado dos veces en la ciudad y he podido ver que cada vez hay menos Muro en pié. Estoy seguro que a los berlineses no les gustaría que hubiera un nuevo Muro, pero el gran peligro es para la industria local de regalos y souvenirs. No obstante, pensándolo bien, generar nuevos trozos de Muro no debe ser un gran problema. Los afectados se pueden dirigir a una escombrera, recoger unos trozos de piedra, pintarlos un poquito y recuperar los souvenirs para los escaparates y estanterías de las tiendas. Y así habrá Muro para Bolt, sus hijos, sus nietos...

viernes, 14 de agosto de 2009

El rally del jardinero

Ayer por la mañana, cuando salía de casa y caminaba en dirección a la boca del metro observé como los jardineros del ayuntamiento trabajaban en la mejora de los jardines situados en la mediana que hay en el centro de mi calle. No es un bulevar ancho, ni mucho menos. Es sólo una franja de entre dos y tres metros de ancho que separa ambos sentidos de la calle, pero que es bonita porque tiene césped, flores, arbustos…

Admiraba el trabajo de los jardineros cuando, de pronto, un camión de estos mismos “empleados verdes” del municipio madrileño arremete contra la mediana, sube el bordillo (bastante alto, por cierto) y pasa por encima del jardín. Menudo rally que se marcó el conductor-jardinero del Madrid Verde.

Para empezar, cometía una infracción de tráfico que supongo que le haría perder algún punto que otro. Todo para ahorrarse tener que dar una vuelta de 200 o 300 metros y esperar los dos semáforos de la Glorieta de Mar de Cristal. Y segundo, ¿cómo un conductor de un camión de jardinería se le ocurre pasar por encima un jardín? Si hubiera sido otro conductor, ajeno al gremio, supongo que los jardineros habrían ardido en cólera al ver su trabajo ‘machacado’ por las ruedas de un vehículo.

jueves, 13 de agosto de 2009

Ronaldo y Nike, los ambiciosos (II)

Hoy me he vuelto a fijar en el anuncio de Nike en el que aparece Cristiano Ronaldo asegurando que "Mis expectativas son mayores que las tuyas". Debo precisar que, debajo de este lema, aparece otro breve texto en el que se asegura que "Nike [figura su símbolo] marca la diferencia".

Estoy en condiciones de igualar en expectativas a Cristiano Ronaldo. Tengo unas zapatillas Nike. Ya estoy en esa gran galaxia deportiva. Aunque, tengo que admitir también que mis zapatillas tienen cerca de diez años. Es lo que sucede cuando uno se hace mayor y no hace mucho deporte... que las zapatillas duran y duran y duran. Pero que quede claro, el símbolo de Nike se ve perfectamente.

¡Ah!, mi mujer tiene también unas chancletas Nike.

martes, 11 de agosto de 2009

Ronaldo y Nike, los ambiciosos

Dice Cristiano Ronaldo en un anuncio de Nike (que he leído hoy en el metro) que "mis expectativas son mayores que las tuyas". ¡JA!, porque él lo diga. ¡Qué sabrá este hombre sobre mis expectativas!

La tele, que pesadez

La televisión es pesadísima. No hay quien la aguante. Y unas más que otras. Ayer, tras haber cambiado de televisión hace algunas semanas para introducir en mi casa el fenómeno de las pantallas planas, me llevé mi viejo aparato de tubo. Como pesaba, más que un telediario.

Casi me hernio, de nuevo. Y mi señora, también. Lo pasamos mal hasta que logramos introducir la vieja tele en el maletero del coche. Bajarla por las escaleras fue un suplicio. Meterla en el ascensor, un castigo. Si lo llego a saber, me hubiera apuntado al gimnasio hace un par de meses. Lo habría necesitado.

Estoy seguro de que en el futuro, cuando cambiemos nuestra nueva televisión plana, no sufriremos lo mismo. Es cierto que la ventaja de estas televisiones es que no hay ladrón que se las lleve. El caco debería ser primo de Rambo y cuñado de Rocky para poder cargar con ella.

Descubren petróleo en Torrelodones

Mis padres tienen una casa en un pueblo en las proximidades de Madrid. En Torrelodones, una localidad con una rima muy mala. Ayer cuando llegamos, cerca del mediodía, notamos un olor un tanto extraño. Similar al petróleo. Y nos preguntamos por el motivo. ¡Si Torrelodones no es Arabia Saudí!, me dije.

Al parecer, según me cuentan algunos vecinos, durante el día anterior limpiaron la caldera de fuel de una de las urbanizaciones. No se sabe con exactitud cual. El caso es que, después de la limpieza, a los supuestos limpiadores no se les ocurrió otra cosa que echar los residuos por el desagüe. Seguro que pensaron algo así como, “¡venga, que no pasa nada, tíralos por ahí!”.

Vaya homenaje a la ecología. Seguro que eran socios de Greenpeace, Adena y unas cuantas asociaciones pro-naturaleza. ¡Salvemos las ballenas! dirán en las manifestaciones estas buenas personas.

La música, de vacaciones

Hoy no he visto a ningún músico en el Metro de Madrid. Claro, es agosto, están de vacaciones.

viernes, 7 de agosto de 2009

La solución, afeitarse

No hay duda de que nos hacemos mayores. Este verano, durante las vacaciones, he apreciado algunos detalles que me dan a entender que ya no estamos para muchos trotes. Y pongo ejemplos.

Siempre me ha encantado bucear, tanto en la piscina como en el mar. Horas y horas. Este verano, para no perder la costumbre, he vuelto a bucear muchas horas pero, vaya, he sufrido algunos tragos de agua que antes no eran muy comunes. Incluso había veces que no sabía si el agua entraba por la boca, por la nariz, los oídos... Y tanto el agua del mar como el de la piscina tienen un sabor no muy delicioso.

También me ha gustado siempre jugar a las cartas. Especialmente al mus. He pasado horas y horas sentado en la hierba de la piscina con las piernas cruzadas. Algo así como se sientan los árabes. Ahora, en cuanto estoy un ratito sentado en esa postura y quiero levantarme, me cuesta horrores. No hay manera de enderezar las rodillas.

Antes caminaba por el campo y la montaña a gran velocidad. Ayer, sin ir más lejos, mi corazón no dejaba de agitarse “pum, pum, pum” cuando caminaba por Rascafría… mientras mi ritmo de zancadas bajaba progresivamenteeeeeee.

Cuando era más joven no me dolía la cabeza. Ahora, día sí, día no, me duele.

Y por si fuera poco ahora me sale una barba blanca cuando estoy una semana de vacaciones. Ayer me sentí sobrecogido cuando un amigo destacó este aspecto en mi rostro, casi al mismo tiempo que un grupo de bellas chicas jóvenes pasaban a nuestro lado. "Se van a creer que eres abuelo", dijo mi amigo. Lo bueno es que esto tenía solución. Esta mañana, me he dado una afeitada tan profunda e intensa que mi cara está ahora tan lisa y fina como el culo de un bebé. Vuelvo a ser joven.

Fin del Millennium

Acabo de terminar de leer la trilogía Millennium. Empecé el 23 de julio. Entonces tenía más de 2.000 páginas por delante. Ahora ya están por detrás. Sinceramente, pocas veces en la vida he podido leer tan rápido y tan cómodamente 2.000 páginas. Ya le hubiera gustado al autor de mis libros de derecho administrativo de tercero de políticas ofrecer a los estudiantes un entretenimiento similar.

Mi mujer, que también se ha leído Millennium, asegura que ya echa de menos a Lisbeth Salander y Mikael Blomkvist.

jueves, 6 de agosto de 2009

Paseo por Rascafría ¡con poca gente!

He pasado una bonita tarde por la sierra madrileña. Junto a unos amigos, he subido a la llamada Cascada del Purgatorio, muy cerca de Rascafría y el Monasterio del Paular. Una excursión no muy dura en la que finalmente se llega a unas cascadas y a unas pozas donde los más valientes deciden bañarse. Y digo valientes porque está un poco fría.

Además, hemos tenido la suerte de hacer la excursión casi en solitario. No había apenas gente. Sólo unas personas bañándose junto a la Cascada del Purgatorio. Es una suerte porque, en las cercanías de Madrid, es muy normal en este tipo de excursiones llegar al final de trayecto y encontrarse a unas cuantas decenas de personas. Mis amigos me lo han oído decir muchas veces pero en Madrid, si tienes una idea, esa misma ocurrencia la tienen 200 o 2.000 personas.

Matisse y el corazón

Ayer estuve viendo la exposición de Matisse en el Museo Thyssen-Bornemisza, simbolizada en su cuadro "Odalisca con Pandereta", de 1925. Sin duda, un evento único. Pocas veces se podrán reunir tantos cuadros de un mismo pintor procedentes de tantos sitios: Nueva York, París, Berna, Basilea, Miami, Baltimore, Ohio, Madrid...

Mientras veía los cuadros y ya a la salida del museo me hice una reflexión. Lo que me llamaba la atención tras haber visto en televisión diversos programas del "corazón" durante estos días de vacaciones es como los inspiradores-creadores-impulsores de este maravilloso museo estén figurando continuamente entre los reyes del "colorín". ¿Y no tienen nada mejor que hacer?

lunes, 3 de agosto de 2009

A 120 kilómetros por hora te comen

En el último mes he hecho la prueba de situar el regulador de velocidad de mi coche en dos autopistas/autovías distintas a la velocidad de 120 kilómetros por hora. Exactamente en la autopista La Roda-Ocaña y Barcelona-Zaragoza. Para dejar las cosas claras recuerdo que 120 kilómetros por hora es la velocidad máxima permitida en ambas vías. Superar ese límite está prohibido (un "120" dentro de un círculo rojo).

Afirmo tajantemente que a esa velocidad, en esas autopistas, muchos coches te comen. Puedes ir conduciendo tranquilamente (es un decir porque es imposible ir tranquilo) y continuamente se sitúan detrás coches a más velocidad pidiendo paso. "Quita de en medio, pringao", pensarán). Y te apartas.

Si vas por la derecha a 120 kilómetros por hora y vas a adelantar a otro coche, camión o autobús hay que andarse con muchos ojos de atención para que no venga un coche por detrás a mayor velocidad y te expulse. Y por no hablar de la agresividad. Qué susto tan terrorífico es mirar por el retrovisor y sólo ver los faros hambrientos de coches como los Audi, Mercedes o BMW versión cuatro por cuatro o de los populares Porche Cayenne. Aunque no son los únicos, Opel, Citröen o Renault también te expulsan de las autopistas si circulas a 120 kilómetros por hora, repito, el máximo permitido.

domingo, 2 de agosto de 2009

Millennium contra el gran reducto de la literatura

Dije que daría novedades sobre Millennium y lo cumplo. Ayer concluí la lectura del primer libro, "Los hombres que no amaban a las mujeres". Debería de haber terminado antes pero, durante esta semana, Millennium ha tenido unos duros rivales aquí en Sitges, en casa de mis cuñados: El capitán Alatriste, el desembarco de Normandía, el Doctor Zhivago, Platón, las Novelas Ejemplares, la ciudad de Roma, Quevedo e incluso Lázaro Carreter...... Sin duda, un gran reducto de la literatura.

sábado, 1 de agosto de 2009

Pobres fumadores

He leído en la prensa que el Gobierno estudia ampliar la prohibición de fumar a los lugares públicos. Pobres fumadores, acabarán teniendo que echar las caladas de los cigarros en los retretes y despedir el humo por las salidas de aire de los cuartos de baño. De todas maneras, espero que la legislación se cumpla de manera estricta porque se corre el riesgo de que aparezcan algunas lagunas.

Si no recuerdo mal, creo que en las normas actuales existe la prohibición de fumar en los espectáculos deportivos. Más de un día de los que voy al estadio a ver un partido de fútbol (y voy a menudo) me viene un olorcillo, no sé si de la izquierda o la derecha, de arriba o abajo, que no tengo claro como describirlo. No es tabaco, ni son puros... ¿qué será? Puede producir un cierto atontamiento y dolor de cabeza a los que no están acostumbrados. Seguro que sabéis la respuesta.

Estoy convencido de que quienes están fumando estas porritas o chocolatinas están pasando un rato muy agradable, lleno de regocijo. Me atrevería a decir también que el partido de fútbol que ven por sus ojos es mejor que el que observo yo por los míos. ¡Qué bien está jugando hoy el equipo, como mueven la pelota!

Como pueden osar las autoridades a quitarles la diversión del espectáculo. A lo mejor, debería estar permitido el consumo de estas subsancias para que todos nos beneficiásemos. Es maś, tendría que ser obligatorio. ¡Por el bien del espectáculo, adelante con los canutillos. Y su equipo será el mejor del mundo! ¡El dreamteam!