Juguetes que hacen sus necesidades

En esta época, los anuncios de juguetes para niños llenan los canales de televisión. Son un clásico y para las televisiones una buena manera de mejorar sus cuentas, especialmente en estos momentos de crisis. Pero, volviendo a los juguetes, es que, se ve cada cosa en la tele.

Acabo de ver el anuncio de un Nenuco que hace pis, caca y, por supuesto, se tira pedos. Claro, con estas prestaciones, el muñeco mancha el pañal.  Muy realista.

Pero, además, hay un cachorro de perrito, llamado Pipi Max, que tras beber agua, y como dice su nombre, hace pipí. El can no me habría llamado mucho la atención de no ser por su ingenioso anuncio. En la publicidad se ve como el perrito, tras beber agua, se acerca a un policía, en este caso, representado en la figura de un “bobby” inglés, y le mea en el zapato. Qué bonito anuncio, qué sutil, qué inteligente, qué ejemplo, qué gran idea… A lo mejor a sus creadores no les ha dado tiempo en hacer la versión española del anuncio; de ser así, el perrito habría meado la bota de un guardia civil o de un policía nacional.

La verdad es que, puesto a mear a alguien, los creadores del anuncio podrían haber puesto a su perrito a hacer pis sobre el zapato de un ladrón, caco o concejal corrupto. Además, la publicidad habría tenido un mensaje más profundo.

Claro que lo más fácil habría sido que el perrito meara en un árbol.

iPad, bienvenido a tu casa

Esta mañana, nada más despertarme, mi primer pensamiento ha sido para el iPad. Pero esta vez ya no era un sueño o una pesadilla por no tenerle, todo ha cambiado, mi iPad llegó ayer a casa. Tenía que haber llegado antes del verano. Aunque nunca es tarde para llegar al siglo XXII, al que Apple ya me ha dado la bienvenida.

Es tan atractivo que me dan ganas de estar dándole besitos todo el día. Ya le he pedido permiso a mi mujer para que venga a dormir a la cama con nosotros. En el desayuno le he ofrecido churros y porras, pero no ha querido, serán los nervios de llegada a su nuevo hogar.

No sé cómo he podido estar tanto tiempo sin el tablet de Apple, sirve para todo, leer libros, ver vídeos, jugar con videojuegos... y hasta trabajar. De hecho, y como prueba de que soy una persona aplicada y responsable, tengo que decir que la primera aplicación que me he descargado ha sido una destinada a trabajar (un procesador de textos). El iPad es tan bueno, que seguro que dentro de poco ya empieza a escribir por mí.

Pese a este cariño apasionado que estoy dando a mi iPad, no quiero, desde aquí, dejar de enviar otro mensaje de respeto y aprecio a mi portátil HP, que me ha dado, me da y me dará todavía grandes ratos de entretenimiento como el que estoy pasando ahora mismo redactando estas líneas. De verdad, es un placer trabajar contigo, y también con mi viejo desktop Dell Computer, y con mi netbook Asus, y con el iPod Touch que tan buena música se deja oir, y con mi smartphone Samsung Corby Pro que me hace fotos tan elocuentes como esta que se puede ver en este mismo post sobre mi sobreestado personal en este momento.

Además, my móvil Samsung Corby Pro no se ha dejado llevar por los celos ante las llegadas estos días, primero de un LG Optimus con Windows Phone 7, y después de una Blackberry Torch; en esta casa nos llevamos todos bien y seguro que el iPad se va a llevar muy bien con todos sus amiguitos.

Pequeño homenaje de la EPA a Marcelino

El veterano sindicalista Marcelino Camacho falleció ayer. Tras leer lo que decían ayer los periódicos y lo que publican hoy, parece que Camacho era una persona muy querida en todos los ámbitos políticos, sindicales y sociales. Las reacciones desde todas partes así lo indican.

En estas circunstancias, parece que el azar del destino ha querido homenajear al fundador de Comisiones Obreras. El desempleo, según señaló ayer la Encuesta de Población Activa (EPA), bajó levemente situándose la tasa de paro en el 19,8%. Muy poco, estacional, gracias al factor veraniego. Seguro que Marcelino habría preferido un descenso mayor pero algo es...

Los gemelos petrificados... el que se ha quedado petrificado he sido yo

Las llamadas esculturas humanas que se ven en las calles de las ciudades, ¿son arte? ¿no lo son? Seguro que es una cuestión de gustos e interpretaciones. Desde luego, lo que no se puede discutir es que la mayoría de ellas son llamativas; es decir, estos actores/actrices son capaces de llamar nuestra atención.

Esta tarde he visto en el centro de Madrid, en la plaza de Nepturo a "Los gemelos petrificados". Aquí podéis ver la foto. Sí, me han llamado la atención y no he podido resistirme a sacar una fotografía con el móvil de esta escultura humana. No era el único, bastantes personas se paraban y hacían sus fotos con los móvles o simplemente se detenían y miraban.

Mientras hacía la foto se me acercó un hombre y en inglés me dijo que si me gustaba. Yo le dije que sí. Me comentó que en su ciudad, en Londres, había muchas esculturas humanas pero que esta le parecía muy interesante. Es una opinión callejera, pero una opinión, al fin y al cabo. Para este inglés, "Los gemelos petrificados" eran unos artistas, mejor dicho, eran arte, no son humanos, son una escultura.

El pulpo Paul se merece un monumento, descansa en paz amigo

El pulpo Paul ha fallecido hoy en su pecera del acuarium de la ciudad alemana de Oberhausen. Descanse en paz esta figura que tanto apoyo dio a nuestra selección nacional de fútbol en el reciente Campeonato Mundial celebrado en Sudáfrica. Quizá sin el pulpo, no habríamos logrado este inigualable título.

Desde esta modesta tribuna me gustaría rendir mi homenaje particular a Paul, y pediría que las autoridades españolas, encabezadas bien por el Ministerio de Asuntos Exteriores, bien por el Ministerio de Agricultura, pidan la repatriación a España de sus restos mortales para que reciban sepultura en nuestro país.

Además, propondría la puesta en marcha de una suscripción popular para la construcción de un monumento de homenaje a Paul. El sitio más propenso para situar su estatua sería actualmente la ciudad del fútbol de Las Rozas, aunque, visto su contribución al éxito, el monumento podría ser situado en alguna gran plaza de alguna gran ciudad española; la que más apoyo popular reciba en el proyecto.

Asimismo, y como muestra de solidaridad, las pulperías españolas, empezando por las gallegas, deberían aprobar tres días de luto en la que no debería servirse ninguna ración de pulpo 'a feira'. Creo que Paul se merece estas y otras pruebas de amistad, cariño y respeto por el papel realizado durante los apasionantes días de junio y julio cuando España alcanzó el trono del fútbol mundial.

Sandokán, rebajado a sicario en Octopussy

Este fin de semana he vuelto a ver Octopussy, uno de los clásicos de James Bond. Es una de las películas sobre las andanzas y aventuras del agente secreto británico que más me gusta junto con Operación Trueno, Sólo se vive dos veces, Goldfinger, Desde Rusia con Amor, La Espía que me amó, Moonraker, Alta Tensión, Panorama para Matar, Golden Eye... sinceramente me gustan todas, casi todas.

Fernando Alonso me ha dejado bien ante los coreanos

Menos mal que ha ganado Fernando Alonso en el gran premio de Fórmula 1 celebrado esta mañana en Corea del Sur. Durante mi estancia en el país asiático en septiembre pasado, comenté en varias ocasiones a mis compañeros surcoreanos y de otros países que Alonso era el favorito para ganar, que iba a ganar, que era el mejor... las típicas 'vaciladas' de conversaciones deportivas. Pues insisto, menos mal que ha ganado; sinceramente me ha dejado bien. No he recibido ningún correo electrónico todavía pero seguro que recibo alguna felicitación procedente de Corea, y todo gracias al trabajo de Fernando Alonso.

Además, creo que me he vuelto un poco coreano. De verdad que esta mañana, cuando escuchaba en la televisión las críticas a la organización coreana por los problemas del circuito, cuyas obras acaban de terminar, me he enfadado bastante. Si ahora van a tener la culpa los coreanos de que haya llovido allí. Los responsables de la Fórmula 1 ya saben, o deberían saber, que en Corea llueve a menudo y que es un país de tifones. Pero nada, criticando la pista, a la grúa por salir a retirar los coches, a las carreteras de acceso... pobres coreanos, encima que han animado a Fernando Alonso.

No entiendo cómo se puede criticar a Corea por utilizar formas tercermundistas o de países subdesarrollados, ¿sabrán los críticos que Corea del Sur es uno de los países más tecnológicamente avanzados del mundo?

Ps: Que conste que tanto la selección española como mi querido Atlético de Madrid me han dejando muy bien este verano ante surcoreanos y ciudadanos de otros países; vamos, que he presumido 'lo justo' de que hemos sido campeones del mundo con nuestra selección y supercampeones de Europa con el glorioso equipo colchonero. Así es más fácil viajar y hablar de fútbol, porque no sólo se habla de fútbol en España.

Es absurdo tener una cita en el McDonald’s

Hay un anuncio que está emitiendo McDonald’s en televisión durante estos últimos días que es francamente absurdo. Un chico tiene una cita con una chica, francamente guapa, y durante la publicidad se va escuchando una voz en off, al parecer del hermano del chico,  que recomienda qué pasos debe ir dando para que la cita sea exitosa.

El hecho de tener una cita en McDonald’s ya es algo que no tiene mucho sentido, especialmente entre personas que son mayores de edad (entiendo que es así porque ambos acuden al restaurante de comida rápida en el coche de la chica).

Entre las recomendaciones que recibe el chico se escuchan algunas similares a estas: “ves a buscarla a casa”, y en el anuncio se ve a la chica acudiendo a casa del chico. “Se amable y deja pasar”… y el chico entra antes en el restaurante. “No mires a otras” y el chico lanza una mirada de emoción y deseo, delante de su acompañante, a una de las camareras del restaurante de comida rápida. “Di algo profundo y especial que no lo olvide en toda la vida (o algo así)” y las palabras del chico son “la bebida es gratis”.

Parece mentira, que manera de tratar a la chica. Desdeñarla así y a cambio de una hamburguesa. Y con lo buena que está, la chica quiero decir, por supuesto. De todas maneras, una hamburguesa nunca hubiera valido más que una cita.

Los coches sin conductor son mejores para aparcar y permiten tomar copitas

Esta misma semana, Google ha anunciado que está probando, y con éxito, coches que conducen solos. Al parecer llevan unas cámaras situadas en el techo para analizar los recorridos y unos sensores láser que son capaces de analizar el tráfico. El experimento debe ir por buen camino porque los coches de Google han recorrido ya un total de 225.000 kilómetros.

Google parece haber seguido el ejemplo de Kitt, el coche fantástico. Lo que la compañía de internet no ha aclarado es si David Hasselhoff, quiero decir Michael Knight, es quien ha conducido su coche; experiencia no le va a faltar. Cuando Google diseñe las socorristas biónicas, seguro que también podrá contar con Hasselhoff o con la propia Pamela Anderson.

Pero, volviendo a la automoción, creo que los coches que puedan conducir solos serán una gran ventaja. No se podrá decir que el conductor se cansa porque, si el automóvil no requiere su presencia, podrá echarse una buena siesta en pleno viaje y llegar descansado al destino. Una buena manera de empezar las vacaciones.

De todas maneras, una de las grandes ventajas será en el momento en que haya que aparcar. Sin duda uno de los momentos más pesados y aburridos, especialmente cuando hay que ir con prisa a lugares o zonas en las que apenas hay plazas para el estacionamiento. Así, el conductor podrá conducir hasta el lugar de destino y, al llegar, bajarse tranquilamente en la puerta y decirle al coche, “anda, vete a aparcar. Pero aparca bien, no se te ocurra subirte a una acera que nos multan, ni quedarte en el carril bus”. En este sentido, el coche podría quedarse en doble fila y moverse sólo cuando volviera el conductor del coche bloqueado. Eso sí, con cuidado de no aparcar en zonas donde haya vigilancia para evitar posibles multas. Menudos están los alcaldes con su afán de recaudar. 

Y al terminar, el conductor llamaría a su auto, “venga, ven a buscarme, rapidito, que tengo ganas de llegar a causa”.

Precisamente, si el coche condujera sólo, el conductor podría tomarse unas copas, unas jarras de cerveza o unos vinos tranquilamente, sin ningún temor. Pensándolo bien, seguro que los dueños de las grandes bodegas de vinos de La Rioja o de la Ribera del Duero, de las destilerías de whisky escocés, de las fábricas de cerveza irlandesa, belga o alemana y del vodka ruso apoyarían sin reservas este plan de Google para diseñar coches que conduzcan solos. En definitiva, sería beneficioso para sus cuentas. 

Al que no le gustaría nada la introducción de este tipo de coches sería al Estado. Es posible que la gente ya no tuviera que sacarse el carnet de conducir con lo que se acabó esa inagotable fuente de ingresos para las arcas públicas de los pobres paganos que tienen que pasar por los mostradores de la DGT. Claro que, seguro que las autoescuelas presionarían para que, aunque el coche no necesitase conductor, alguno de los ocupantes tuviese que contar con este permiso.

Lo que no me queda claro es que cómo sería una discusión de tráfico entre dos coches que conducen solos. Se dirían cosas así como “cabrón, que te has saltado el ceda el paso”, “hijo de p…, que te han dado el carnet en una tómbola”. Desde luego, no se bajarían del coche, aunque, a lo peor, en una discusión entre coches, tendrían que serlos tripulantes quienes se tuviesen que bajar en caso de bronca y pegarse por culpa de los ordenadores. Google tendrá que afinar bien sus máquinas.

Arteche, la furia montañesa del Manzanares

“Aplasta Artecheeee”, recitaban los Glutamato Yeye cuanto cantaban la canción “Soy un socio del Atleti”. Sí, Arteche era, es y será un símbolo del Atlético de Madrid. Para quienes fuimos al colegio en los años 80, el jugador cántabro era santo y seña del equipo. Seguramente, en esos años había mejores jugadores en el equipo, con mayor calidad; quizá Quique Ramos, Setién, Dirceu, Marcos Alonso, Hugo Sánchez, pero Arteche era todo bravura del norte. Si Gento fue la galerna del Cantábrico, Juan Carlos Artechembauer pudo haber sido la furia montañesa.

En el colegio y con mi grupo de amigos, los aficionados atléticos éramos menos en número (más grandes en corazón) y siempre teníamos que aguantar las risas, especialmente de los madridistas, cuando se hablaba de Arteche. Creo que, durante un tiempo, se le intentó ridiculizar, supongo que simplemente, porque era atlético. No pasa nada, los colchoneros se identificaban con Arteche, probablemente porque no se podía decir que se escondía en los partidos.

Dicen los que conocieron a Arteche cuando llegó al Vicente Calderón procedente del Racing de Santander que aprendió de Luiz Pereira. Mejor maestro imposible. Pero Arteche tenía su carácter. En la temporada 1980-1981, el Atleti estuvo a punto de ganar la liga. De hecho, fue líder casi toda la temporada y sólo en las últimas jornada cedió, por culpa en buena medida, de los nefastos arbitrajes. Da miedo recordar todavía el arbitraje de Álvarez-Margüenda en un Atlético de Madrid-Zaragoza en una de las últimas jornadas de liga. No voy hablar de ese partido y sólo recordaré que al final del encuentro, los espectadores tiraron las vallas y saltaron al campo.

Más que hablar de ese partido, hablaré de esa gran temporada en la que el equipo, dirigido por el fallecido García Traid, con la contundencia de Arteche y Ruiz, y la calidad de Dirceo, Marcos, Quique y Julio Alberto, entre otros, fue capaz de batir a casi todos sus rivales, entre ellos el Barça de Quini, que no jugó en el Calderón en el partido de la segunda vuelta (ganó el Atleti 1-0) por su triste y lamentable secuestro. “Casi campeón”, publicaron al día siguiente los periódicos deportivos. Fue una pena pero bueno, esto es el Atleti.

Pero además, Arteche tuvo un papel protagonista en las temporadas siguientes bajo la batuta de Luis Aragonés. Ganó la copa del Rey, llegó a otra final de la copa, de la Recopa y, si no llega ser por el Barça de Terry Venables, habríamos ganado la liga de 1985. Inolvidable el 0-4 en el Santiago Bernabeu y la final de la copa en el mismo estadio ante el Athletic de Bilbao. De verdad, aquel equipo jugaba muy bien. Y Arteche era el jefe de la defensa.

Por supuesto, Arteche fue internacional. Sólo cuatro partidos pero creo que se fue injusto con él y podía haber jugado más. Siempre opinaré que debería de haber ido al Mundial de México, donde la selección sólo llevó de centrales a Maceda y Goicoechea (que luego jugaría con Arteche en el Atleti). Si hubiera estado Arteche, creo que Ceulemans nunca habría logrado el gol de Bélgica. Aún así tuvo tiempo de meter un golazo en Albania con un trallazo desde fuera del área.

Pero Arteche también tuvo comentarios graciosos. Jugó el Atleti una eliminatoria de la Uefa contra el Sión de Suiza. Eran más malos que pegar a un padre. El caso es que el glorioso perdió en Suiza y, antes de la vuelta, Arteche dijo que si no “remontamos, nos tendrán que cortar los atributos masculinos”. Je je je je, no me acuerdo bien del resultado, pero el Atleti palmó en el Calderón. Supongo que Arteche no se cortaría los …

Ahora estará ya en el cielo jugando en el 11 celestial del Atleti junto con Aparicio (¡vaya pareja de centrales!), Germán, Triana, Juncosa, Dirceu, Carlsson.

A lo largo del día de hoy, y desde que me he enterado del fallecimiento de nuestro eterno central (cuarto jugador con más partidos en el Atleti junto a Adelardo, Collar y Tomás), se me viene continuamente a la cabeza la canción que se canta habitualmente en el Calderón “ni la muerte nos va a separar, desde el cielo te voy a animar…”. Seguro que el sábado ya está animando al Atleti en el partido contra el Getafe.

"¿Cuál es su peor día para trabajar? Que respondan los parados"

Según un informe realizado por el London School of Economic’s Department of Geography and Environment, el peor día para trabajar no es el maldito lunes. Al parecer, tras una encuesta llevada a cabo entre 22.000 personas a través de una aplicación del iPhone, conocida como Mappiness, los expertos de esta institución precisan que el peor día es el martes. 

El estudio señala que los martes, las personas tienen un sentimiento pero “desafortunadamente, ese sentimiento es de tristeza. Son los martes y no los lunes cuando las personas encuentran su punto más bajo de la semana”.

George MacKerron, investigador de esta institución, cree que durante la jornada del lunes, la persona todavía prolonga la situación de ánimo del fin de semana. Sin embargo, durante los martes, afirma este experto, tanto en las oficinas como en los colegios sienten que el fin de semana está lejos, muy lejos.

Una conclusión que extraigo del informe es que espero que este post no lo lea ninguna de las personas que veo habitualmente en la oficina de los Servicios Públicos de Empleo (antiguo INEM) que hay en la calle Miguel Yuste de Madrid, muy cerca de mi oficina. Espero que no lo lean, más que nada, para que no me den un capón. Y merecido. Si a un parado le encuestan preguntándole cuál es su peor día para trabajar no quiero ni pensar cuál puede ser su respuesta. En España, por desgracia, hay muchos parados pero en Reino Unido, lugar donde se ha hecho el informe, también hay unos cuantos millones.

Ps: Por cierto, la canción ‘I don’t like Mondays’ de Bob Geldof y los Boomtown Rats no tiene nada que ver con tener que ir a trabajar los lunes.

La Puerta de Alcalá y la Cibeles, maravillas del mundo en Cortylandia

He estado esta mañana en El Corte Inglés de San Chinarro, al norte de Madrid. Y su nuevo espectáculo para la próxima campaña de Navidad ya está casi preparado a falta de más de dos meses para que llegue Nochebuena. Aunque, en estos tiempos de crisis, los reclamos para atraer a los clientes se mantienen muchos meses. De hecho, y si no recuerdo mal, el anterior espectáculo de Cortylandia que se colocó en este mismo centro comercial estuvo abierto muchos meses después de que los Reyes Magos volviesen a sus lejanos países.

Si el año pasado El Corte Inglés optó por crear en su Cortylandia un auténtico jardín con insectos gigantes por el que circulaba un trenecito para niños (acompañados por sus sufridos padres, especialmente los oscuros y fríos días de invierno), este año, este centro comercial ha llevado el citado tren a algunos de los monumentos más famosos del mundo: la torre de Pisa, la Torre Eiffel, el Big Ben, la Estatua de la Libertad, la puerta de Brandenburgo, la sirenita de Copenhague, las pirámides de Egipto y, por supuesto, la Puerta de Alcalá y la Cibeles; para eso estamos en Madrid, sólo faltaba.

Y el Oso y el Madroño, se me olvidaba. Parece que mentira que en Madrid haya habido osos en algún momento, quien lo diría.

Los discípulos de Carlos y Fernando reinan en los parkings públicos

Carlos Sainz y Fernando Alonso han demostrado en los últimos años ser unos fenomenales pilotos en las categorías de Rallies y Fórmula Uno, respectivamente. En España, sus exitosas trayectorias han contribuido a ampliar la afición por estos deportes del motor. ¿Quienes no han disfrutado de las victorias de estos sensacionales pilotos? Casi todos hemos vibrado con estos espectáculos.

Pero estos pilotos tienen ahora muchos discípulos y aprendices, que van camino de convertirse en estrellas. Claro que estos aplicados seguidores no corren siempre en los circuitos especializados, muchas veces muestran sus habilidades en circuitos tan apropiados como los parkings de los centros comerciales. Ayer, fui testigo de cómo algunos de estos pilotos mostraban su agresiva y eficaz conducción en uno de estos parkings públicos (de un gran centro comercial) que hay cerca de mi casa.

No recuerdo ahora si la velocidad máxima en estos parkings es de 20 kilómetros por hora. No pasa nada, estos pilotos, porque eran varios, no tienen problemas técnicos para mejorar su conducción. ¡Qué adelantamiento me hizo un conductor por la izquierda para arrebatarme una plaza de aparcamiento! De verdad, técnicamente lo hizo muy bien entre los peatones, sus carros mi coche y el que estaba saliendo de la plaza. Le reconozco su mérito.

Posteriormente, y en un ceda el paso, cuando me disponía salir, apareció de la nada otro vehículo, casi no me da tiempo a ver su llegada. Me obligó a parar casi súbitamente porque surgió en un visto y no visto. Supongo que fue así gracias a su gran destreza para tomar una curva en un recinto cerrado como ese; sólo así lo saben hacer los grandes campeones.

A su vez, hay quienes son capaces de pegarse con su coche a la parte posterior del vehículo que les precede. Muy bien, así se presiona a los rivales para, al coger su aspiración, adelantarles.

Esta presión se traslada, en otros momentos, al momento en que hay que aparcar. Ayer, por ejemplo, vi que un señor estaba colocando en el maletero de su coche las mercancías que había comprado en el centro comercial. Iba a salir, pero todavía iba a tardar unos minutos. Me situé por delante con el intermitente encendido. Sin embargo, mientras seguía con el proceso de carga, otro conductor se situó junto al coche que iba a salir. Le hice señas, pero no pareció hacer caso. Era una cuestión de sangre fría, a ver quien aguanta más y mejor, él o yo. Finalmente, el señor que estaba colocando las cosas le dijo a este piloto que yo estaba esperando. Menos mal que el arbitraje de este señor, que podría trabajar en un comité de justicia deportiva, intervino. Si no, tendríamos que habernos jugado la plaza en un sprint. Me habría ganado.

Otros conductores son muy hábiles. Son capaces de dar marcha atrás durante unos cuantos metros, incluso tomar una curva marcha atrás, para recuperar una plaza de aparcamiento antes de que aparezca otro conductor y se la arrebate. Si viene otro coche y no le ve, no pasa nada, hay que arriesgarse. Para ganar el campeonato del mundo hay que rebañar todos los puntos posibles.

En algunos momentos, probablemente los sábados más próximos a los comienzos de mes, se pueden ver maravillosos espectáculos de motor en los sitios más insospechados. Los parkings de los centros comerciales son uno de ellos. Pienso que las cadenas de televisión deberían pugnar por los derechos televisivos para la retransmisión de estas carreras. Y es que no sólo Carlos y Fernando son grandes pilotos.