domingo, 5 de abril de 2015

Un triste Fulgor y la Sangre que se ha hecho realidad

En esta madrugada del domingo, he leído la triste noticia del accidente de tres espeleólogos españoles en Marruecos, de los que sí se sabe el nombre desde ayer. Cuando escribo estas letras, los periódicos señalan en sus ediciones de internet que hay un fallecido, pero las autoridades del país vecino no aclaran todavía su identidad.

Entre los comentarios de los lectores de los periódicos figura la angustia que las familias deben de estar sufriendo a la espera de noticias.

Con estos antecedentes, el escenario parece una recreación actual de la novela, El Fulgor y la Sangre, de Ignacio Aldecoa. En ella, un grupo de esposas de guardias civiles tiene noticia de que ha habido un fallecido entre los agentes tras un grave incidente, pero desconocen la identidad.

Una obra literaria que parece haberse convertido en realidad, y que muestra un gran dolor, como el que tienen que estar sufriendo los familiares de los espeleólogos accidentados.

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