martes, 21 de abril de 2015

En Aliens fuman, ignoro si hay ibuprofeno o toallitas húmedas

Hace unos días, a propósito de las polémicas en torno a las toallitas húmedas, y el supuesto atasco que provocan en tuberías y alcantarillas, y el ibuprofeno, por los problemas cardíacos que genera este medicamento, un compañero lanzó una advertencia: acabarán prohibiendo el ibuprofeno y las toallitas antes que el tabaco.

Al final va a ser verdad. Estaba viendo Aliens 2, y en plena lucha entre los humanos y los asquerosos bichos en no sé qué planeta, en un futuro más bien lejano, y va y sale la suboficial o teniente Ripley (Sigourney Weaver) fumando un cigarro.

Si es así, las tabaqueras no solo no estan muertas sino que son una apuesta inversora de futuro. Solo falta que a los Aliens les guste fumar. Si es así, clientela renovada y exportaciones aseguradas por mucho tiempo.

Lo que no recuerdo ahora es si en Star Trek o La Guerra de las Galaxias fuman. Estoy queriendo pensar que Yoda fumaba en pipa en su exilio del planeta Dagobah. Claro, allí no había estancos ni máquinas expendedoras.



jueves, 16 de abril de 2015

La vida sin móvil y sin pincho de tortilla

A mediodía de este jueves que ahora termina, salí a comer. Pero, al sentarme a la mesa, me di cuenta de que me había dejado el móvil en el trabajo. Qué experiencia. Pensé en contarla en Facebook pero, cuando iba a empezar a escribir, volví a darme cuenta de que no tenía móvil.

Por un momento, mi cabeza actuó como aquel tipo que fue a un bar y pidió un pincho de tortilla, le dijeron que no había huevos, y pidió entonces huevos fritos.




domingo, 5 de abril de 2015

Un triste Fulgor y la Sangre que se ha hecho realidad

En esta madrugada del domingo, he leído la triste noticia del accidente de tres espeleólogos españoles en Marruecos, de los que sí se sabe el nombre desde ayer. Cuando escribo estas letras, los periódicos señalan en sus ediciones de internet que hay un fallecido, pero las autoridades del país vecino no aclaran todavía su identidad.

Entre los comentarios de los lectores de los periódicos figura la angustia que las familias deben de estar sufriendo a la espera de noticias.

Con estos antecedentes, el escenario parece una recreación actual de la novela, El Fulgor y la Sangre, de Ignacio Aldecoa. En ella, un grupo de esposas de guardias civiles tiene noticia de que ha habido un fallecido entre los agentes tras un grave incidente, pero desconocen la identidad.

Una obra literaria que parece haberse convertido en realidad, y que muestra un gran dolor, como el que tienen que estar sufriendo los familiares de los espeleólogos accidentados.