domingo, 23 de mayo de 2021

La liga del sofá y de la máquina del sufrimiento

He escrito este post en ADN Rojiblanco 


La liga del sofá y de la máquina del sufrimiento


Dicen los entendidos que el mejor partido de tenis de la historia fue la final de Wimbledon de 2008, entre Federer y Rafa Nadal. No soy un gran aficionado al deporte de la raqueta, pero recuerdo aquel partido. Nadal empezó ganando los dos primeros sets pero, cuando parecía que iba a ganar con claridad, Federer reaccionó y ganó los dos siguientes sets, poniendo contra las cuerdas al campeón español. Durante un rato, dio la impresión de que Federer iba a ganar, en parte por una posible desmoralización de Nadal, pero no fue así. Nadal se sobrepuso y, de nuevo, fue capaz de enderezar el partido y ganar el prestigioso torneo británico, plaza difícil para los tenistas españoles.


Diría que esta liga ha sido similar. La liga del sofá, en la que la mejor afición del mundo no pudo ir al estadio, salvo los héroes del parking.


Se ha visto de todo. Tras unas pequeñas dudas iniciales, con los empates con Villarreal y Huesca, nuestro Atleti protagonizó una primera vuelta histórica. 50 puntos, inolvidable. Madrid, Barcelona y Sevilla no pudieron resistir. Incluso, con partidos aplazados por haber iniciado el torneo más tarde, el equipo del Cholo Simeone era capaz de alcanzar una ventaja de 10 o 12 puntos. 


Siendo sincero, fui de los que pensé que el Atleti podía ganar fácil. No con tanta ventaja, porque algún bache tenía que llegar, pero veía fuerte al equipo. Suárez, Joao, Llorente, Koke, Correa, Lemar, Trippier, Oblak... eran una sinfonía. Nada más lejos de la realidad posterior. 


Sin jugar mal, incluso bien, apareció la irregularidad en los resultados. Celta, Getafe, el doble enfrentamiento contra el Levante, Real Madrid... todos quitaron puntos al Atleti, a pesar de disparar a la portería contraria sin parar. El fallo, a portería vacía, de  Ángel Correa en el campo del Levante nos quitó una semana de vida a cada uno. Aún así, ha sido la liga de Angelito. 


Creo también, honestamente, que el brote de Covid, tuvo un impacto muy negativo. Y es que, de golpe, el Atleti perdió a un montón de jugadores, que se unían a otras lesiones y sanciones, como la impuesta, de forma ridícula, por la Federación Inglesa a Tripi. 


Precisamente, esa crisis coincidió con la eliminatoria de Champions contra el Chelsea. Perdimos, es indudable, contra un equipo que puede ser campeón, pero también creo que, si el Atleti llega a mantener a cero la portería en el partido de ida en Bucarest, la eliminatoria podría haber sido diferente. Pero, ya todo es historia ficción.


El caso es que, al mismo tiempo que el Atleti perdía fuelle, Madrid, Barcelona y Sevilla protagonizaron una trayectoria de victorias con la que se acercaban a un Atleti que parecía exhausto. La derrota en el Sánchez Pizjuan y el empate en el Benito Villamarín dejaron al Atleti a merced de los rivales.

 

El Barcelona llegó a tener el liderato en sus manos. De hecho, si ganaba al Granada en el Nou Camp, en un partido aplazado, nos superaba en la clasificación. Creí que la liga estaba perdida. Por razones personales, aquella tarde tuve el móvil apagado pero, al encenderlo pasadas las 10 de la noche, recibí una auténtica avalancha de mensajes de WhatsApp: el Barcelona había perdido en casa contra el Granada. Y compartí con todos la canción de Miguel Ríos, "Vuelvo a Granada". 


El caso es que, de tener casi perdida la liga, pasábamos a seguir siendo líderes, con la contrapartida de que había que encender, de nuevo, la máquina del sufrimiento. Algunos ya tenemos una edad. 


El final de liga ha sido no apto para cardíacos. Los penaltis en los últimos minutos contra Alavés, parado por Oblak, y Elche, que fue al poste, fueron dramáticos. Esta ha sido la liga del sofá, pero era casi imposible estar sentado. 


Reconozco que el partido del Nou Camp apenas pude verlo. No soy el único. Algunos amigos, ya de una edad que empieza a ser avanzada, también se fueron de paseo (uno de mis amigos me ha dicho que ya no aguanta ver el fútbol). Pero, con el empate en Barcelona, y el empate del Madrid y el Sevilla, salíamos vivos, con el liderato en manos de nuestro Atleti. Tengo claro que si el Madrid hubiera atrapado el liderato, ya no lo habría soltado. 


Claro que, al mismo tiempo, la máquina de sufrimiento volvía a acelerarse, hasta alcanzar la potencia máxima. No pude resistir la tentación, y volví a encender la televisión para ver al Atleti. Real Sociedad, gran partido, pero con un 2-1 en los últimos minutos; Osasuna, idéntico resultado, y con remontada en los últimos 10 minutos. La reserva de tila se acabó. 


Y llegó la última jornada. Pensé que, tras el sufrimiento de los últimos partidos, por una cuestión estadística, el Atleti podría ganar con facilidad a un Valladolid, a las puertas del descenso. Iluso de mí, aficionado durante décadas, en qué estaría pensando. Otra vez a remontar. Al menos, esta vez, no esperaron hasta el último minuto. Luis Suárez y Angelito, con un golazo inolvidable, dieron la victoria a nuestro Atleti. 


Alirón y campeones siete años después. 11 ligas en las vitrinas del Metropolitano. No está mal, en la anterior ocasión tuvimos que esperar 18 años, y en la previa, 19 años.

 

El triunfo convierte a Simeone, con los números encima de la mesa, en la figura más importante de la historia del Atleti, un poco por encima de Luis Aragonés (aunque hay opiniones para todos los gustos). Tres ligas, una como jugador y dos como entrenador, con una trayectoria de 10 años. Inigualable en nuestro equipo. Y coincidiendo en el tiempo con el Madrid de Florentino y Cristiano, y el Barcelona de Messi. Es prácticamente el Alex Fergusson del Atleti. Ojalá siga muchos años más, no me imagino al Atleti sin Simeone. Veremos. 


Y me alegro, especialmente, por jugadores como Koke y Saul, injustamente criticados, cuando son figuras Top de este centenario equipo. Koke, dos títulos. Y me alegro por Ángel Correa, que es ADN Rojiblanco puro, y Lemar (un campeón del mundo), denostados de forma incomprensible. 


Y corona a Oblak, el mejor portero del mundo y mejor de nuestra historia con cinco trofeos Zamora (recuerdo que Ricardo Zamora fue también un gran entrenador en la época del Atlético de Aviación, el primer campeón), como campeón de liga. Creo que es el momento de que todos apoyemos la petición del balón de oro para Oblak, no dejaré de insistir. 

De Luis Suárez hay poco que decir. Bueno sí, que vino con el cuchillo entre los dientes tras salir del Barcelona de una patada en el... Una situación similar a la de Llorente, al que añoran en Valdebebas. Con respecto a Joao Félix, es nuestra estrella, hay que defenderle.


Y, por supuesto, me alegro por toda la afición, por todos vosotros, especialmente por los que habéis perdido a algún familiar insustituible en esta horrible pandemia. Seguro que ayer habrían disfrutado como en las grandes ocasiones. 


Además, el hecho de no haber podido ir al estadio nos ha impedido ver en directo a nuestro Atleti y, al mismo tiempo, no poder ver a las personas con las que habitualmente vamos al campo y echamos mucho de menos. En mi caso, echo de menos a mi primo con el que llevo décadas acudiendo al fútbol, y ahora nos tenemos que limitar a reventar el WhatsApp durante los partidos. Seguro que a todos os sucede lo mismo.  Ojalá podamos volver pronto al Metropolitano. 


El otro día, Tomás Reñones pronunció una frase que deja huella: la afición del Atlético de Madrid es el Atlético de Madrid. Una frase que queda a la altura de la que pronunció su compañero Juan Carlos Arteche hace muchos años: "siempre defenderé al Atlético de Madrid". Este es nuestro equipo.