martes, 14 de diciembre de 2021

30 años después

Escribí este post en ADN Rojiblanco 


30 años después


Tengo un buen amigo irlandés, Johnny, que es muy aficionado del Manchester United. Según me contó, cuando era más joven, cada cierto tiempo viajaba con su hermano de Dublín a Manchester para ir a Old Trafford. Siempre me decía que el Teatro de los Sueños era espectacular y que la afición inglesa animaba sin parar de forma apasionada. Posteriormente, aunque hace ya unos cuantos años, estuvo en Madrid y fuimos al Vicente Calderón, ojo, como dicen algunos, en la época de plomo; a ver un partido contra Osasuna. Ganó nuestro Atleti, con el apoyo incondicional, necesario e incansable de la afición, y mi amigo salió encantado. Creo recordar que comentó que el Atleti, por estadio y afición, debía ser un equipo de Champions. Por supuesto, su equipo en España sería siempre el Atleti. 

Finalmente, muchos años después, Atleti y Manchester United se verán las caras en la Champions. 

Como a los aficionados veteranos, la nueva eliminatoria nos retrotrae 30 años, más de media vida, a otro choque entre el Atleti y el equipo inglés en la vieja Recopa, la Copa de Europa de campeones de Copa. Qué noche la de aquel día. Cierto es que el United ya era dirigido por Alex Ferguson, su "Cholo Simeone", y aunque no había alcanzado el punto culminante al que llegó unos años después, ya era temible. 

Pero nuestro Atleti no se amilanó. Escribo de memoria, pero, si no recuerdo mal, Luis Aragonés superó con su pizarra a Ferguson, Schuster se comió a Brian Robson, y el vendaval de Futre (que hizo un partidazo), Manolo y compañía desbordó a Mark Hughes, Gary Pallister, McClair y demás tropa británica. El 3-0 final no lo habría firmado antes del partido ni el más optimista del Paseo de Pontones, del Puente de Toledo o de la avenida de General Ricardos. 

En el partido de vuelta, el Manchester tuvo un arranque fuerte, y se adelantó en el marcador. Sembraron algo de inquietud con  la fortaleza física de algunos de sus jugadores, pero la pizarra y la sabiduría de Luis, con un golazo de falta de Schuster, sentenciaron la eliminatoria. Empate a uno en el Teatro de los Sueños. 

Años después, entré en la tienda que el Manchester había abierto en Dublín, y entre los libros que vendían, había una biografía de Alex Ferguson. Recuerdo que a la eliminatoria contra el Atleti le dedicaba poco más que un párrafo. Siempre pienso que se aprende más de los palos y las derrotas que de los halagos y las victorias, así que es posible que Ferguson aprendiese alguna lección útil, para alcanzar la posterior racha victoriosa que llevó al Manchester United a ser el mejor equipo del mundo. Por cierto, el equipo del guitarrista Brian May que, con otros aficionados, se opuso a que Rupert Murdoch comprara el Manchester United. 

La eliminatoria está servida. Mejor el equipo inglés que el Bayern de Múnich, al que ya tenemos un poco visto. Si la máquina del tiempo existiese, traería a Luis, Schuster, Futre y compañía, pero también creo que Simeone, Griezmann, Joao Félix y nuestros actuales jugadores pueden hacer frente al Manchester United de Cristiano Ronaldo, que vuelve al Metropolitano tras el rocambolesco sorteo de la UEFA. Pero no será nada fácil. Bueno, como siempre, para el Atleti nada es fácil. 

domingo, 5 de diciembre de 2021

Para Simeone, al menos pido respeto, se lo merece

He escrito esta entrada en ADN Rojiblanco

 
Para Simeone, al menos pido respeto, se lo merece. 
Tengo un cuñado, muy barcelonista, que en más de una ocasión, me ha comentado la capacidad del Madrid para resistir a las crisis. En su opinión, el equipo merengue es el que menos se descompone cuando llegan los malos momentos que, como dijo Fernando Torres, siempre acaban llegando.  
La llegada del Cholo Simeone al Atlético de Madrid, de la que se van a cumplir diez años, periodo de tiempo verdaderamente inédito, tuvo un efecto directo en los resultados y los títulos. Los que tenemos 50 años o menos, no hemos sido testigos de nada similar en nuestro Atleti. Pero, además, Simeone, gracias a los resultados y a la manera de dirigir la comunicación y el sentir de la gran mayoría de aficionados, ha logrado una calma totalmente inédita. El Atleti ha sido estos años una balsa de aceite, haciendo olvidar esas penosas descomposiciones, con temporadas en las que se veían tres, cuatro, cinco y hasta seis entrenadores, y tristes noches  de escándalos. 
La renovada ofensiva contra Simeone es verdaderamente peligrosa, especialmente cuando llega desde colectivos supuestamente colchoneros. Si cae el Cholo, el efecto de una supuesta mejora deportiva del actual campeón de liga es cuanto menos dudoso. Si cae, el mayor riesgo no es el deportivo a corto plazo, sino que se acabaría con el mayor periodo de paz, tranquilidad y sosiego del último medio siglo. Se entraría en una vorágine de imprevisibles consecuencias.
Los que sois más jóvenes no podéis recordarlo por una cuestión de edad, pero en el Atleti, el comportamiento de distintos grupos de aficionados ha sido muy similar al de equipos como el Valencia o el Zaragoza, donde la presión de la propia afición contra entrenadores y jugadores de sus propios clubes, terminó hundiendo a sus equipos, que han acabado con unas crisis gravísimas de muy compleja resolución. “Jugadores mercenarios, esa camiseta no la merecéis, Aguirre o Abel o Manzano o Ferrando vete ya….”, eran unos cánticos bastante habituales, de verdad, como en el estadio del Valencia o Zaragoza.  
Y hay ejemplos de injustas críticas y poco reconomicmiento a gente muy colchonera. En las últimas semanas se ha homenajeado con mucho merecimiento a Luis Aragonés. Pues bien, recuerdo perfectamente como a mediados de la temporada 1992-1993, tras haber ganado la copa y casi la liga en la temporada anterior, y tras haber iniciado esa nueva temporada con muy buenos resultados, una mala racha llevó a esa parte de la afición a cargar contra Luis Aragonés. ¿Y qué pasó finalmente? Que Luis Aragonés fue despedido, y la temporada terminó mucho peor que cuando estaba el míster de Hortaleza al frente del equipo, y, por supuesto, lastró al equipo las dos temporadas siguientes, que fueron una calamidad. Por cierto, esos puristas aficionados tampoco ayudaron a Luis Aragonés al terminar la primera temporada en primera, tras lograr el ascenso, y Zapatones se marchó a hacer grandes a otros equipos.  Espero que a Simeone no le hagan lo mismo.
Podría recordar también el caso de Arrigo Sacchi, uno de los inventores del fútbol moderno, que casi nada más llegar al Atleti, y con un equipo en construcción de dudosa calidad, fue increpado por parte de la afición, y acabó siendo despedido. No recuerdo bien si llegó a comerse el turrón, pero si puedo decir que el resto de aquella temporada fue una castaña, y se fue sembrando el posterior descenso a segunda división. 
Con Simeone, ya han empezado algunos en el estadio con los pitos, acompañados de los ataques en las redes sociales. Algunos con insultos gruesos, muy gruesos. Es muy triste que el Cholo, figura clave en la historia del Atleti, con un récord histórico en número de victorias, reciba esos ataques.  
Es obvio que, tras el partido de ayer, todos salimos enfadados. Yo, como todos, igualmente enojado. Hubo errores, especialmente al final, y el Atleti dejó escapar un partido en casa, en el que empezó ganando.  
Pero, nunca hay que olvidar que el fútbol es caprichoso. El Madrid salvó la victoria el otro día contra el Sevilla en un remate a bocajarro al final, y ayer el Atleti, es una jugada similar, encajó. Es un juego, así son las cosas. En Champions, con el Atleti acorralando al Liverpool en casa, llegó la dudosa expulsión de Griezmann, y lo que apuntaba a victoria grande, acabó con derrota de penalti con un jugador menos. Allí se torció la Champions. Vuelvo a decir, es un juego. 
A estas alturas, la temporada no va nada bien. Hay bastante desencanto, del que yo soy partícipe, creo que como todos. Muchos pensábamos que podríamos disputar la liga, pero con la pérdida de puntos contra Levante o Valencia, con partidos que parecían ganados, o la dura derrota contra el Mallorca, nuestro Atleti no ha podido mantener la trayectoria ganadora. La mala suerte, los errores propios o las decisiones arbitrales han terminado de hacer embarrancar a un equipo que también ha tenido partidos de buen juego, aunque no suficiente. 
En cualquier caso, la temporada no ha terminado. En la liga no se ha llegado al ecuador, y habrá que seguir luchando y llegar hasta donde se pueda. Entrar entre los cuatro primeros es muy importante y, no es fácil. Al menos, hasta esta jornada, se ve que hay más de cuatro equipos aspirantes. Es ahí cuando la afición debe dar la cara, y ayudar a sostener al equipo, no a hundirlo.
Además, pensar que, si se echa a Simeone, con el altísimo coste económico y de liderazgo que tendría, el equipo iba a mejorar e iba a asegurar la Champions sin esfuerzo, es de una fantasía infantil tal, de no haber visto fútbol apenas.  
Recurro a un ejemplo claro en el mundo del fútbol de larga vida al frente de un equipo: Sir Alex Ferguson. ¡¡¡Qué demonios, ni que las 27 temporadas de Alex Ferguson en el Manchester United hubieran sido todas buenas y plagadas de títulos!!! El entrenador escocés tuvo crédito hasta el final, tanto cuando ganaba la liga como cuando la temporada era irregular. Sus responsables sabían que no había un sustituto claro. Lo mismo creo que sucede en el Atleti. Ahora mismo, no hay sucesor para Simeone quién, por cierto, insisto en que todavía es el entrenador del equipo campeón. Si no hay crédito para el Cholo, no habría crédito para nadie, ni para un Klopp, ni para un Tuchel, ni para un Guardiola (no vendría ninguno ni de coña). Como he dicho antes, no lo hubo ni para Luis Aragonés ni para Arrigo Sacchi, entre otros.  
Vuelvo al principio. Cuando un equipo pasa una mala racha, lo más importante es la tranquilidad, porque a veces no es fácil salir de ella. Hay nervios, estado de ánimo bajo y tensiones, sobre todo cuando se ha empezado la temporada con unas expectativas altas. Pero lo más importante, aguantar la crisis y huir de la descomposición. Los pitos, para el equipo contrario.  
Para Simeone, al menos pido respeto, se lo merece.