sábado, 8 de diciembre de 2012

"Oye, que se ponga el titular de la línea"

Estaba en la tarde de ayer en casa, cuando sonó el teléfono. Cogí el teléfono y dije, "dígame". Y una voz de hombre, de parte de una operadora de telecomunicaciones, me dijo: "Oye, que se ponga el titular de la línea". 

De una naturalidad que...

lunes, 3 de diciembre de 2012

¡Qué difícil es contar en pesetas! ¡Euro, vive!

Pese a los años transcurridos desde la llegada del euro, todavía son muchos quienes reconocen que todavía traducen a pesetas las cantidades a pagar en trasferencias o hacen cálculos sobre los precios de los distintos productos y servicios.

Yo, hoy, voy a apostar justo por lo contrario. Ojalá el euro dure y perdure, porque, ¡Qué difícil es hacer el cambio mental de pesetas a euros!

Esta mañana estaba haciendo una serie de cálculos sobre operaciones corporativas que tuvieron lugar en los años noventa del siglo pasado, y no había manera de saber, por ejemplo, cuantos euros eran 1,3 billones de pesetas, o 320.000 millones de pesetas, o 130.000 millones de pesetas.

No se qué puede suceder si en el futuro el euro se desintegra y hay que volver a la peseta. Probablemente habrá una crisis económica y financiera mucho más grave que la que estamos sufriendo en este momento pero, además, tendremos que volver a aprender a contar con una moneda nueva.

Claro que, muy posiblemente tendremos menos dinero así que será más fácil contar.

sábado, 24 de noviembre de 2012

Tony Leblanc, el primer astronauta español

La historia ya ha reservado un sitio de relevancia a Tony Leblanc. Y es que, si Yuri Gagarin fue el primer cosmonauta ruso, y Alan Shepard y John Glenn fueron los primeros astronautas estadounidenses, Leblanc fue el primer astronauta español. Ni López Alegría ni Pedro Duque.

Gracias a un científico que enseñó a Werner Von Braum, y a los técnicos de la SANA, que robaron unos cuantos cables durante una visita a la base estadounidense de seguimiento espacial de Fresnedillas, Leblanc hizo un vuelo orbital a principios de los años 70 del siglo pasado, partiendo desde la base de Minglanillas. No aterrizó en la luna, pero sí en un lugar muy parecido: la provincia de Almería.

El primer ser vivo que se encontró fue una avispa, y pocos instantes después coincidió con el séptimo de caballería de un spaghetti western que se estaba rodando en la citada provincia de Andalucía Oriental. "¿Pero cómo han llegado ustedes aquí?", creo recordar que comentó el gran Tony Leblanc.

Ahora, seguro que donde esté, Tony Leblanc tendrá una mejor vista de la luna y el sol.

domingo, 18 de noviembre de 2012

¿Cómo están ustedes? Con Miliki, bieeeeeeeeennnn



Miliki, el gran Miliki, ha fallecido este domingo. Una pérdida irreparable. Inolvidable. Sin duda, toda una figura nacional con todas las letras. Gaby, Fofó y Miliki, los tres hermanos, y luego Fofito, y luego Milikito y luego Rody... Seguro que en España hay pocas personas que conciten tanto cariño entre el conjunto de los españoles. Y en Argentina, Cuba, Venezuela…

“¿Cómo están ustedeeeees?  Bieeeeeennnn” Poco más se puede comentar.

En Madrid, posiblemente, una de las estatuas más sentidas por mucha gente es la que hay en el Parque de Atracciones en honor a Fofó, por cierto, mi vecino y tío (al igual que sus hermanos) de un buen amigo. Hace unos años, después de una larga ausencia, volví al Parque de Atracciones a una presentación, creo recordar que de Google y su Android. Pero antes de su comienzo, me detuve junto a Fofó y recordé.

Ahora, entre la vorágine de recuerdos de los Payasos de la Tele me viene a la memoria una de sus aventuras en la que, al final de la misma, había una explosión (o similar, perdón por la niebla de los recuerdos), y todos acababan en el cielo. Ahora, Gaby, Fofó y Miliki estarán en el cielo, seguro que actuando. Y con Pompoff, Thedy, Zampabollos, Nabucodonosorcito… Menudo equipo.

lunes, 5 de noviembre de 2012

Un comercial de un taller en búsqueda de clientes

Volvía a casa esta tarde en el coche y, a la altura de la calle de Alcalá, he tenido que detenerme en un semáforo que acababa de ponerse en rojo. Apenas un instante después se ha parado junto a mí otro vehículo, era llamativo, con una publicidad de un taller de coches de "chapa y pintura".

No habían pasado ni cinco segundos cuando, con el semáforo todavía en rojo, este vehículo arrancó y siguió circulando. Sin duda era un buen conductor, muy hábil, porque ha esquivado muy bien a los coches que iban y venían.

Solo se me ocurre que, en lugar de ser un mecánico, el conductor era un comercial buscando clientes para el taller de chapa y pintura.

domingo, 4 de noviembre de 2012

Los esqueletos no tienen pilila



La pasada semana me llegó una noticia sobre una exposición de arte que en una galería de Madrid. No es mi área de trabajo pero el título me llamo la atención: “Calaveras que copulan”. No era para menos. Además de una explicación sobre la profundidad de esta obra, había una foto sobre la muestra en la que apareceían dos calaveras mirándose de la misma manera en que se observan dos enamorados: con cariño, deseo y placer.

Sin entrar a valorar esta obra de arte, más que nada porque no tengo ningún conocimiento para hacerlo, al leer la noticia me vino a la memoria una vieja canción de Siniestro Total, ese gran grupo gallego: “Los esqueletos no tienen pilila”.

Aunque en tiempos escuché unas cuantas veces esta canción, que estaba en el LP “El regreso”, no me acuerdo totalmente de la letra. No obstante, con un ritmo de rock and roll decía algo así “Soy estudiante de medicina, y en la facultad me he dado cuenta de una gran realidad, los esqueletos no tienen pilila, no tienen pilila”, y acababa recordando que las momias sí tenían.

Al final, pese a esta desventaja corporal para los esqueletos, las calaveras han logrado terminar copulando, al menos gracias a este nuevo arte.

A los maniquíes les queda la ropa siempre bien



Salir a comprar ropa siempre es una actividad con su particular emoción. En estos difíciles tiempos, diría incluso que es una suerte. Pero una vez en faena, no es fácil. A veces o no nos gusta nada o nos gustan demasiadas cosas. Y cuadrar gustos visuales con realidades sobre si es la ropa adecuada no es nada fácil.

Yo me llevo chascos terribles. Veo una determinada prenda expuesta en un maniquí y pienso, “qué chaqueta, qué abrigo, qué jersey o qué camisa”. Luego, al ver la prenda en cuestión sucede muchas veces qué no es tan fantástica como parecía o, lo que es peor, al ponérmela y verme en el espejo del probador pienso muchas veces “me queda de asco, dónde voy con esto”. Es una decepción, a los maniquíes les queda siempre la ropa bien.

Otras profundas reflexiones

Además, unas tiendas son más confortables que otras. No me gustan nada esas tiendas en las que entras y cuando todavía no te ha dado tiempo a mirar nada y sale alguien, mujer u hombre, y rápidamente te dicen “¿desea algo?”. No sabes qué decir, bueno sí, la respuesta típica es “estoy solo mirando”. A continuación te puedes encontrar con una mirada amable o con una mirada de esas que dicen “pues venga, ahueca el ala, lárgate que no queremos aquí muertos de hambre que nos soban la ropa”.

Y qué decir de esas caras que te ponen en algunas tiendas cuando preguntas el precio de algo. A veces se puede percibir una mirada de alguien que está pensando “je je, otro muerto de hambre”. 

Otras veces la gran pelea es con las tallas. Yo casi nunca me acuerdo de mi talla, pero lo que es peor, estas cambian en función de la tienda o de si es un tipo de ropa u otra. Es complicadísimo acertar. 

También surgen problemas cuando te tienen que tomar medidas para realizar algún ajuste en prendas como pantalones, abrigos o chaquetas. Tiene un peligro tremendo porque se corre el riesgo de que las mangas o las perneras queden cortas. Lo de ir con pantalones pesqueros era una moda de otros tiempos pretéritos entre los pijos y pijas (y pijazos y pijazas) de Madrid y alrededores.

Si hay una frase que no me gusta nada es esa que te dicen muchas veces los dependientes tras comprar algo, “¿quiere alguna cosita más?”. Todo son “cositas”, ni que fuéramos niños pequeños o que fueran objetos del tamaño de unos pendientes o unos anillos.

miércoles, 24 de octubre de 2012

Félix Baumgartner, un aficionado comparado con James Bond

Félix Baumgartner es un héroe mundial. Su salto en paracaídas desde una altura de 39 kilómetros hace pocos días es ya un hito histórico, a caballo entre la aviación y la carrera espacial. La estratosfera empieza a no tener secretos para el ser humano.

Pero, pese a ese portentoso salto, Baumgartner está todavía lejos de James Bond. Hay saltos en paracaídas inolvidables como los protagonizados en películas como "La espía que me amó", "Alta tensión", cuando Bond salta sobre el peñón de Gibraltar y al final de la escena acaba ligando en un yate supuestamente en la costa gaditana, o "Moonraker".

En este ultimo largometraje, Bond es empujado desde un avión por el malvado (luego arrepentido) Tiburón sin llevar paracaídas, pero en la caída, el inmortal agente secreto es capaz de arrebatar el paracaídas a otro de los malvados antes de llegar al suelo y evitar un fatal desenlace. De no ser así, se habría acabado la película, y Bond no habría volado en un ala delta sobre la selva amazónica, tal y como sucede un rato después en su intento de capturar a Drax.

Aunque, si hay un salto que no es asequible para Baumgartner es el que Bond protagoniza en Goldeneye. El agente 007 salta al vacío sin paracaídas conduciendo una moto y logra entrar, en plena caída libre, en una avioneta que también está cayendo sin control. Al final, Bond logra enderezar el vuelo y salvar la vida.

Pero 007 no es el único en protagonizar saltos casi imposibles en paracaídas. Grace Jones también salta en paracaídas desde la Torre Eiffel en "Panorama para matar".

De todas maneras, no voy a dar nuevas ideas no sea que los de Red Bull tengan la ocurrencia de poner en marcha nuevas iniciativas para Baumgartner al estilo de James Bond. Y el aventurero austriaco es muy valiente, no hay duda.


Ps: claro que, a lo mejor, en próximas películas de James Bond, 007 puede seguir los pasos de Baumgartner y acabar saltando en paracaídas desde la estratosfera.

miércoles, 17 de octubre de 2012

¿La semana hecha? ¿A miércoles?

Volvía a casa esta noche en el coche, cuando he escuchado por la radio a un disc-jockey de una emisora de radiofórmula que decía "ánimo, ya estamos a miércoles, la semana está hecha y tenemos ya el fin de semana encima".

Pobre jueves y pobre viernes, ya ni existen. El calendario juliano, el calendario gregoriano... Estamos en ciernes de inventar un nuevo calendario con semanas de cinco días.

lunes, 1 de octubre de 2012

Mallorca está lejos de la Riviera Maya, pero no tanto para los turistas

La publicidad en las camisetas de los equipos de fútbol han tenido y tienen una gran relevancia por la atención y seguimiento que generan en los medios de comunicación. Estaba viendo esta noche un partido en la televisión entre el Getafe y el Mallorca y, curiosamente, los jugadores del equipo balear llevaban en la parte delantera de su camiseta publicidad de la Riviera Maya.

No sería tan llamativo si fuera otro equipo de algún otro sitio pero el Mallorca representa a una isla que es un destino turístico que compite de alguna manera con la Riviera Maya a la hora de atraer veraneantes. Por curiosidad, he entrado en la web del Mallorca y no figuraban lemas publicitarios de "visite Mallorca, o Menorca, o Ibiza, o Formentera"... Más bien, recomendaban visitar las maravillas de México.

Hace algunos años, equipos como el Atlético de Madrid, el Sevilla y el Betis, entre otros, llevaron en su camiseta la publicidad de Marbella cuando Jesús Gil y Gil era alcalde. Con sus triquiñuelas, según publicó la prensa aquellos años, estuvo a punto de patrocinar al Mallorca. Hubiera sido tremendo que el equipo balear hubiese llevado la publicidad de Marbella, probablemente dos de los principales destinos turísticos españoles que compiten por los visitantes... Ahora, la Riviera Maya está un poco más lejos, pero no tanto para los veraneantes de la época de la globalización.

domingo, 23 de septiembre de 2012

La vida en un Peugeot 205

La noche pasada tuve un sueño. Volvía a casa, y al llegar me daba cuenta de que vivía en un coche. Exactamente, vivía en un Peugeot 205, un modelo de coche que nunca he tenido. La sensación que tenía al vivir allí no era mala, diría que en mi sueño no había incomodidades iniciales, hasta que en un momento determinado quise ponerme a ver el fútbol en la televisión.

"No tenemos televisión", me dijo mi mujer. "Entonces veré el partido por internet", contesté. "No tenemos wifi", me contestó.

A continuación decidí ir a un bar a ver el partido. Me vestí, pero al salir, me di cuenta de que iba en pijama. "¡Como voy a ir a un bar en pijama!".

No recuerdo más del sueño. Pero me hago una pregunta, ¿Influyen la realidad y sus circunstancias en los sueños? Solo contestaré que, al despertar, y mirar el techo de mi casa he respirado profundamente.

viernes, 21 de septiembre de 2012

¡Qué mal suena la palabra cola!

Hoy me ha tocado escribir alguna alusión y comentario con respecto a las filas de personas que se han formado en las tiendas de Apple en países como Australia, Reino Unido o EE UU para comprar el nuevo iPhone. 

Y, una vez más, he tenido que dar las mil y un vueltas para evitar el uso de la palabra cola. Todo comenzó hace muchos años, cuando cumplía el servicio militar. Volvía a Madrid con unos compañeros del campamento en Cáceres cuando nos detuvimos en una estación de servicio a repostar gasolina nada más salir de la bella ciudad cacereña. Yo aproveché para ir al servicio y… lo normal. Conmigo vinieron dos de mis compañeros. Obviamente, no éramos los únicos con las mismas intenciones. Así, cuando estábamos en plena faena, entró un camarada de armas del cuartel, un macarra de los de verdad, y viendo que había gente en los servicios, preguntó en voz alta y con acento cerrado macarril, “¿hay mucha cola?”, y uno de mis compañeros respondió, “eso dependerá de cada uno”. Claro, nos empezamos a reír, mejor dicho, empezamos a descojonarnos a carcajada limpia.

Ahora, cada vez que tengo que escribir sobre las colas en las tiendas, las colas en los cines, las colas en el metro… me acuerdo de la escena, y no tengo más remedio que buscar otros sinónimos para evitar su uso. Lo malo es cuando tienes que referirte a ella en varias ocasiones en un mismo texto. Al final, utilizo la palabra “cola”, y me acuerdo de mi colega y me acuerdo del macarra.

domingo, 16 de septiembre de 2012

Los cocodrilos de Gomaespuma preparan su ataque

Recuerdo hace muchos años una broma de Gomaespuma en la que aseguraban que en las alcantarillas de Madrid se había instalado una comunidad de cocodrilos. Los reptiles, creo recordar, eran descendientes de un cocodrilo que se había escapado por el desagüe de una bañera donde un ciudadano le había puesto su hogar. En la broma, advertían a los ciudadanos de que tuvieran cuidado cuando se duchasen o se estuviesen lavando las manos porque se podían encontrar en su baño con un cocodrilo. 

Ahora, acabo de ver una noticia en el telediario en la que contaban que la Policía Municipal ha tenido que capturar una serpiente, al parecer una boa, en el balcón de una casa en Madrid. En el reportaje se indicaba que la policía ha atrapado ya a más de 200 animales en la capital de España desde que comenzó el año. 

Al final Gomaespuma va a terminar por tener razón. Serpientes, cocodrilos, tarántulas y escorpiones nos van a atacar. 

Hay gente que se trae estos simpáticos animalitos de sus viajes a ultramar. Pero otros se los pueden comprar tranquilamente en cualquier tienda de mascotas. Sin ir más lejos, en una tienda que hay cerca de mi casa venden serpientes y tarántulas, entre otras mascotas. 

Quizá sea yo el que se ha quedado anticuado. Ayer le compré a mi nene un libro de mascotas donde salían gatitos, perritos, pajaritos, conejitos... Debía ser una edición antigua, no me fijé, pero seguro que en la próxima edición aparecen los cocodrilos, las serpientes y algún tiburón blanco. 

Voy cruzando el calendario...

Estaba desperezándome esta mañana de domingo cuando a través de la ventana me han venido los ecos lejanos de una canción que debería estar escuchando algún vecino: Maneras de vivir, un clásico de Leño, con Rosendo Mercado al frente.

"Voy cruzando el calendario, siempre igual velocidad, subrayando en mi diario, muchas páginas...".

Creo que no voy a estar de acuerdo co Leño, en este caso, con su aseveración "siempre igual velocidad". El calendario, salvo en alguna excepción, suele volar. Los calendarios duran un año y las papeleras ya se empiezan a llenar de viejos calendarios.

martes, 11 de septiembre de 2012

El conductor de la mano en el pecho

No soy el Greco.

Esta mañana me dirigía hacia la oficina en mi automóvil cuando, en un momento determinado en plena caravana por la circulación, el coche que circulaba delante de mí se ha cambiado al carril de la derecha y se ha detenido. De pronto, se ha abierto la puerta del conductor y se ha bajado un hombre, de unos 40 años, ¡que llevaba el brazo escayolado en cabestrillo!

No me cabe la menor duda de que debía ser un gran conductor porque, hacerlo con una sola mano tiene un gran mérito. Desconozco el código de circulación y me consta que si a un conductor le sorprende la policía circulando y hablando por el móvil al mismo tiempo, le imponen una dura sanción. Pero, en el caso de un conductor circulando con un solo brazo por tener el otro roto, no sé qué clase de multas se pueden poner. A lo mejor hay un permiso especial.

Intento recordar la imagen del conductor de la mano en el pecho y vislumbrar si era la extremidad superior derecha o la izquierda. Diría que la derecha, así que, supongo que lo más difícil para él debería ser cambiar de marcha. Ahora bien, a lo mejor era un coche automático, de los que van casi sólos y no hace falta utilizar la palanca de cambios... pero no lo sé.

En el futuro, estoy seguro, no habrá problemas si se implantan los coches que están desarrollando empresas como Google, que no necesitan conductor. Como he dicho en algún momento, será la ruína de las autoescuelas, pero serán un vehículo seguro para quienes tienen roto un brazo. El conductor de la mano en el pecho sería uno de los primeros clientes.

domingo, 9 de septiembre de 2012

Maggie Simpson, una cuenta de gran cliente para los fabricantes de pañales

Este fin de semana he visto algunos capítulos de Los Simpsons. En uno de ellos, Homer acude al bar de Moe y al disponerse a pagar una jarra de cerveza, se da cuenta de que no tiene dinero en la cartera. Sí encuentra varios papeles con recados de otros miembros de la familia en los que transmiten que han cogido dinero para hacer algunas compras. En uno de ellos, su mujer Marge le dice que ha cogido algún dinero para comprar pañales a su bebé Maggie.

No hay que olvidar que, a pesar de los años transcurridos, Maggie, además de no decir ni una sola palabra, sigue usando los pañales. Incluso, diría, que después de tanto tiempo se ha convertido en una gran clienta de este tipo de productos. Una situación que ha provocado que su papá haya gastado ya miles de dólares en comprarlos.

Los Simpsons empezaron a emitirse regularmente en 1989, es decir, llevan cerca de 23 años en emisión. Con un coste aproximado de 25 euros al mes en pañales, significaría que Homer gasta al año cerca de 300 euros que, a su vez, multiplicados por 23 años, supondría que se ha gastado ya unos 6.900 euros en comprar estos productos. Trasladado a dólares, supondría un desembolso para Homer superior a 8.800 dólares con el tipo de cambio actual.

En estas circunstancias, no entiendo como Homer no ha empezado a hacer prácticas con su bebé, para que empiece a utilizar el orinal. Sería, con toda seguridad, un ahorro notable para sus cuentas familiares si Maggie empezara a pedir...

Mientras, marcas como Dodot o Huggies seguirán peleando por tener a Maggie entre su clientela.

domingo, 26 de agosto de 2012

La mamá de los tres cerditos: "ha llegado el momento de que salgáis de casa"

Este sábado volví a llevar a mi nene a una librería, por supuesto, fuímos a la sección de cero a tres años, porque no hay que ser muy exigentes. Tras un rato de lectura, nos decantamos por el cuento de "Los tres cerditos", casi tan clásico como "El Quijote". Y al llegar a casa, posteriormente, comencé a leer el cuento a mi nene.

Empezaba así. Érase una vez una Mamá Cerdita que vivía con sus tres hijos en una cabaña del campo. Los tres cerditos eran cada vez más mayores y llegó un día en que Mamá Cerdita les dijo: "Hijos, ha llegado el momento de que salgáis de casa y os construyáis vuestro propio hogar". Y se fueron de casa.

El resto de la historia es la historia ya conocida, dos de ellos optan por construir casas de paga y madera que son arrasadas por el lobo malo y feroz, y acaban refugiándose en el hogar del tercer hermanito, que está construida con ladrillo. Allí se salvan de su terrible enemigo.

Con esta visión de la historia, parece quedar claro que Mamá Cerdita no quiere que sus hijos se queden en casa haciendo el vago ni viviendo del cuento sin estudiar ni trabajar. Claro que, en un momento de crisis como el actual, los tres cerditos deberían de tener un puesto de trabajo más o menos estable y quizá algunos ahorros porque no es tan fácil independizarse.

Los tres cerditos de construyen su propia casa en el campo, lo que significa que no han acudido al mercado inmobiliario. Eso sí, al construirse la casa es de suponer que la parcela donde está ubicada han tenido que comprarla, así que no sería descartable que hubiesen tenido que pedir una hipoteca para comprar el terreno. De no ser así, y no tener una parcela propia y permiso de construcción los tres cerditos podrían ser acusados de construcción ilegal y enfrentarse a una posterior condena de derribo.

Finalmente, lo que queda claro es que, pese a los avances, las casas de piedra o ladrillo son las más seguras. De hecho, el lobo malo y feroz es incapaz de derribarla, y su propietario, el cerdito mayor, recomienda a sus hermanos que se construyan un hogar similar. Lo que no comenta el cerdito mayor es si la casa se puede revalorizar o no. A lo mejor ese es el argumento de "Los tres cerditos II: el retorno del lobo".

sábado, 25 de agosto de 2012

Gene Kelly nació en un barrio de chorizos, pero fue el auténtico D’Artagnan


Esta semana se ha cumplido el centenario del nacimiento de Gene Kelly, uno de los mejores actores de siempre. Quizá sin él no se entendería el género musical, “Cantando bajo la lluvia”, “Un americano en parís”, “Levando anclas”… 

Busqué en internet para leer datos sobre su trayectoria y en la biografía que la versión en español de la Wikipedia leí esta información sobre Gene Kelly: “Gene Kelly nació en uno de los barrios más chorizos de Pittsburgh (Pensilvania), en el seno de una familia obrera”. Textual. Chorizos, chorizos, chorizos, ¿qué habrá querido decir la Wikipedia con esta definición? ¿Sería de chorizos o choriceros? Porque no es lo mismo.

Tras este dato trascendental de la larga carrera cinematográfica del famoso actor estadounidense, diría que uno de los papeles más inolvidables fue el de D’Artagnan en “Los tres mosqueteros”, acompañado entre otros y otras, por Lana Turner, toda una malvada Milady de Winter. 

Ha habido muchas versiones de la novela de Alejandro Dumas, y muchos actores han interpretado al espadachín francés, incluso un perrito en “Dartacán y los tres mosqueperros”, pero si hay un auténtico D’Artagnan ese es Gene Kelly. 

Aunque no fue el único. Varias decenas de actores han interpretado a D'Artagnan, Douglas Fairbanks, Cornel Wilde, Michael York, Chris O'Donnell, Gabriel Byrne, Philip Noiret, Maximilian Schell y hasta el recientemente fallecido Sancho Gracia. Uno para todos y todos para uno.

lunes, 20 de agosto de 2012

Prohibido celebrar los goles en los partidos de fútbol de madrugada ¡Silencio!


Los partidos de madrugada ya son una realidad en el fútbol español. Para los futbolistas es complicado pero para los aficionados es una auténtica puñalada. Ir al estadio para ver a tu equipo es algo que tendrá mucho mérito pero, incluso, ver el partido en casa a través de la televisión también requerirá un esfuerzo notable, especialmente si al día siguiente hay que ir, por suerte, a trabajar. 

Pero, además, supone un varapalo para la pasión de los aficionados. Nadie lo ha tenido en cuenta pero, al programar un partido en el que buena parte del tiempo transcurre pasadas las doce de la noche, se complica ampliamente la celebración de un gol de tu club. Si tu equipo mete un gol cerca de la una de la madrugada ¿cómo vas a celebrarlo sin una cierta cierta pasión? Es muy difícil evitarlo. Y no sólo te puede escuchar el vecino del piso de al lado, con el silencio de la noche te pueden oír hasta los vecinos del primero en la celebración.

El fútbol tiene sus emociones y si el gol llega en los momentos finales y tras un partido emocionante, es difícil reprimirse al celebrarlo.

Una situación similar se repite si en lugar de la celebración de un gol del equipo propio lo que se produce es una acción en el propio partido que provoca el enfado del aficionado. Tampoco se puede protestar nada a ciertas horas de la madrugada. Y siempre se ha dicho que el fútbol es una vía de desahogo en momentos socialmente difíciles como el actual.

Al mismo tiempo, la familia y los propios vecinos se merecen también un respeto. Hay que imaginarse la situación, estás durmiendo y de pronto escuchas la voz de un vecino de otro piso gritando “goooooooollll”. No digamos nada si pocos segundos después tu nene empieza a llorar.

En este caso, los que han decidido emitir los partidos a estas horas de la madrugada, no han tenido en cuenta esta situación, más en un país como España donde la mayoría de los ciudadanos vivimos en casas de pisos.

En fin, queda prohibido celebrar los goles en los partidos de madrugada.