martes, 11 de septiembre de 2012

El conductor de la mano en el pecho

No soy el Greco.

Esta mañana me dirigía hacia la oficina en mi automóvil cuando, en un momento determinado en plena caravana por la circulación, el coche que circulaba delante de mí se ha cambiado al carril de la derecha y se ha detenido. De pronto, se ha abierto la puerta del conductor y se ha bajado un hombre, de unos 40 años, ¡que llevaba el brazo escayolado en cabestrillo!

No me cabe la menor duda de que debía ser un gran conductor porque, hacerlo con una sola mano tiene un gran mérito. Desconozco el código de circulación y me consta que si a un conductor le sorprende la policía circulando y hablando por el móvil al mismo tiempo, le imponen una dura sanción. Pero, en el caso de un conductor circulando con un solo brazo por tener el otro roto, no sé qué clase de multas se pueden poner. A lo mejor hay un permiso especial.

Intento recordar la imagen del conductor de la mano en el pecho y vislumbrar si era la extremidad superior derecha o la izquierda. Diría que la derecha, así que, supongo que lo más difícil para él debería ser cambiar de marcha. Ahora bien, a lo mejor era un coche automático, de los que van casi sólos y no hace falta utilizar la palanca de cambios... pero no lo sé.

En el futuro, estoy seguro, no habrá problemas si se implantan los coches que están desarrollando empresas como Google, que no necesitan conductor. Como he dicho en algún momento, será la ruína de las autoescuelas, pero serán un vehículo seguro para quienes tienen roto un brazo. El conductor de la mano en el pecho sería uno de los primeros clientes.

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