domingo, 13 de septiembre de 2020
Recuerdos que deleitan
domingo, 6 de septiembre de 2020
Los niños saben contar muy bien el tiempo
Los niños saben contar muy bien el tiempo. Les fascina ver los años que tienen, los que van a cumplir, los días de vacaciones, los meses que quedan para su cumpleaños...
Mi hijo, que acaba de iniciar el nuevo curso, me dijo ayer de forma muy bien calculada que lleva ya ocho años en su colegio. Es cierto que el tiempo pasa, somos conscientes, pero no siempre nos paramos a analizarlo con detalle. Pero, tras sus palabras, me paré a pensar. Tres años de educación infantil y ahora que empieza quinto de primaria, efectivamente, octavo año en el colegio. El Ecuador de su vida colegial.
Esa maldita frase: "parece que fue ayer".
viernes, 4 de septiembre de 2020
"Ya estamos en zona desconocida"
Los colegios empiezan a estar en marcha tras el parón provocado por el Covid. No hay horizonte sobre la duración de la educación presencial en este curso. Un amigo lo ha definido bien: "Ya estamos en zona desconocida".
jueves, 3 de septiembre de 2020
Triste adiós en el inicio del nuevo curso escolar
Recuerdo que en años anteriores, en estas fechas, circulaba por las redes sociales un vídeo en el que unos padres despedían con tristeza a sus hijos, ante el primer día del curso. Lágrimas, sollozos y sentidos abrazos marcaban el adiós de estos padres a sus hijos, cuando iban a salir de casa.
Una vez que se marchaban y cerraban la puerta de casa, estos dos progenitores empezaban a celebrar, descorchando incluso una botella de champán, el comienzo del curso, con el inicio, por fin, de unas vacaciones tras el largo, cálido y pesado verano.
Creo que este año no va a suceder lo mismo, a pesar de que los niños llevan cerca de seis meses sin ir al colegio. Tres meses por los confinamientos para hacer frente al contagio del Covid, y otros tres meses, correspondientes a las propias vacaciones de verano.
Me atrevo a pensar que muchos padres vamos a sentir mucha pena, aliñada con los temores al virus, cada vez mayores. El retorno presencial al colegio se produce en un escenario de creciente preocupación y, no hay que engañarse, de miedo. Envidio a quienes no tienen miedo en estos momentos. Normalmente los niños pequeños solían llorar en el inicio del curso, ahora la tristeza puede cambiar de bando.
La decisión, por parte de las autoridades, está tomada. A ver si esta presencia en los colegios e institutos se extiende durante todo el curso, pero no va a ser fácil. Quizá los padres que despedían a sus hijos en su marcha hacia el colegio, tengan que darles la bienvenida en un tiempo. Si es un periodo largo o corto, lo veremos en los vídeos de WhatsApp.
De momento, estos días, los niños y jóvenes volverán a ver a sus amigos, y la amistad tiene un valor, difícil de medir, pero se presupone alto.
lunes, 31 de agosto de 2020
En el curso del Covid, las notas son lo de menos
lunes, 24 de agosto de 2020
Keke Rosberg, siempre en la cultura gallega
Los viajes han cambiado. Recuerdo de niño que viajar en coche de Madrid a Galicia suponía casi un día entero. Se salía a las cuatro o las cinco de la mañana de la capital, y no se llegaba a Bayona, en las Rías Bajas, hasta las seis o las siete de la tarde.
Las provincias de Castilla se recorrían con relativa rapidez. De hecho, a menudo se desayunaba en la Puebla de Sanabria, excepcional comarca de la provincia de Zamora. Pero, después, había que recorrer las provincias de Orense y Pontevedra en un subir y bajar montañas, circular por detrás de camiones en carreteras de doble sentido, todo, por supuesto, en coches que no tenían aire acondicionado.
Ahora, se puede comer en Sada, en la Ría de Betanzos, salir después, y llegar a Madrid a una hora prudencial.
Lo que no cambia es mirar hacia atrás cuando había que volver. De niño por el cristal de atrás. De mayor, al conducir, a través del retrovisor. Siempre hay un instante más que simbólico: la última vez que se ve el mar.
Después se empieza a recorrer el viaje, primero abandonando el verde de Galicia, después las montañas de León, el amarillo de Castilla para, ya en la noche, ver la luminosidad de Madrid. Aún así, con la ilusión de volver.
Es muy probable que Keke Rosberg también fuera capaz de hacer el viaje en su Fórmula Uno. Aunque desconozco si alguna vez estuvo en Galicia. En la cultura gallega sí tuvo una notable presencia. En otro de sus éxitos mundiales, en el LP, Menos mal que nos queda Portugal, Siniestro Total rememoró las hazañas del gran campeón nórdico del motor. Un éxito, por otro lado, que cantábamos en el colegio, sin que tuviéramos que ser amonestados.
"Tardas demasiado cuando entro en boxes
Te la estás jugando
Yo soy Keke Rosberg, yo soy Keke Rosberg
Y tú eres un mecánico fatal.
Me han adelantado todos los Ferrari, todos los McLaren y hasta un Bugatti, el de Nuvolari
Eres un mecánico fatal...".
sábado, 22 de agosto de 2020
Las viejas canciones gallegas que acuden al rescate
Hace muchos años, estuve en un seminario en Corea del Sur en el que traté con periodistas y profesionales de distintos países de Asia, Europa y América. Durante una velada en los primeros días, y como muestra para dar a conocer nuestros respectivos países, nos pidieron que cantáramos una canción de nuestro país.
Nunca he sido artista, ni siquiera de karaoke, como mucho los cánticos en las noches del Vicente Calderón. Me quedé en blanco. "¿Y ahora qué canto?", me dije.
Finalmente, y mientras el resto cantaba las canciones de sus países (algunas auténticas óperas), Siniestro Total acudió en mi rescate. Y canté una de sus viejas melodías. Casi entera. No diré cual. Secreto de Estado. Solo diré que los compañeros de México y Brasil, que lógicamente entendían la letra, se tiraron por los suelos de la risa.
Ahora, años después, las viejas canciones han quedado guardadas en antiguas casettes, discos de vinilo y algún CD, y como los coches modernos no llevan, es casi imposible escucharlas. Hice una excepción y grabé en un pincho USB el disco Trabajar para el enemigo, entre otros.
Se me olvidó su existencia con el paso del tiempo, hasta que, hace algunos meses, durante un viaje, puse ese pincho de música en el coche que acababa de comprar. Pasaron canciones de otros grupos y cantantes como The Corrs o Van Morrison y, de pronto, empezaron a sonar. Primeros acordes de guitarra eléctrica, cuando mi hijo de ocho años, sentado detrás, casi fuera de mi ángulo visual, preguntó, "¿quiénes son papá?
Una chispa se encendió en mi cerebro y, de forma fulgurante, apagué la radio. ¿Por qué? Pues porque son para mayores, no de 18 años, de 50 años. Muchas de estas canciones son para escucharlas en solitario, más que nada, para que otros vean que no estamos locos y que respetamos la ley.
Bueno, también hubo un momento para el arte. Los genios gallegos hicieron una versión de la canción O Tren, interpretada años atrás por Andrés Do Barro. Una canción que escucho casi siempre que voy a Galicia.
"O tren que me leva pola veira do Miño
Me leva, me leva polo meu camiño
E vai andando pasiño a pasiño
E vaime levando cara ao meu destiño
Alguén pode ser que me espere na estación
Da terra da felicidad
Todo o que sexa amor e paz o encontrarei
E volverei ca miña moza meu lar..."
viernes, 21 de agosto de 2020
El cielo de Galicia no siempre es gris, a veces es azul
Dicen que en Galicia "el cielo es siempre gris". No siempre, a veces es azul, eso sí, salpicado por nubes. Pero cuesta verlo. Pueden pasar muchos días seguidos, y solo se ve el cielo gris, reinando sobre la lluvia.
Aunque, todo va por barrios. Recuerdo hace algunos años, durante unas vacaciones en Bayona (un paraíso al sur de Vigo), estar viendo al hombre del tiempo en la televisión gallega. Cubierto con un paraguas bajo una intensa lluvia, advertía de más aguaceros. Sin embargo, mientras veía la tele, yo me asomaba por la ventana y veía un cielo azul con un sol espléndido, que iluminaba el mar, las islas Estelas y a lo lejos las islas Cíes.
Tuve clara la decisión en aquel momento: "vamos a la playa, antes de que llueva". La verdad es que durante aquellos días, no cayó ni una gota en Bayona y alrededores.
Es cierto, hay que reconocerlo, en las Rías Altas llueve más que en las Rías Bajas. Pocos gallegos lo discutirían. Hace unos días, un amigo gallego ya me avisó, vete a las Rías Bajas, que es donde van todos los madrileños, porque allí hace siempre buen tiempo.
Siniestro Total ya lo advirtió hace muchos años en uno de sus increíbles e inigualables éxitos.
El cielo azul y brilla el sol
En el vitrasa hacia Samil
Hoy me voy a divertir.
Voy a nadar y a bucear
Con mi patito no me puedo ahogar
Olas en el mar
Y en el Sanyo Radio Popular
Rock rock rock en Samil
Vamos a bailar el rock en Samil
Rock rock rock en Samil
Vamos a bailar el rock en Samil
jueves, 20 de agosto de 2020
El queso gallego más famoso es...
Galicia es tierra de quesos, claramente. La amplia producción de leche, más del 38% del total de España, es la base.
Por lo que leo, los más famosos son el queso de Arzúa, el de Cebreiro, el San Simón y, por supuesto, el de Tetilla, conocido en todo el mundo.
Sin duda, Siniestro Total contribuyó a la gran fama de este queso de vaca rubia gallega, al incluirlo en su increíble éxito Diga que le debo, de su LP, De hoy no pasa. Un disco que escuchaba una y otra vez en casa de un amigo, gallego, por cierto. Al disco le salieron rayas de la cantidad de veces que lo oímos.
"He comido un pincho de tortilla,
Dos bocadillos de morcilla,
He acabado un queso de Tetilla
Y me niego a fregar la vajilla..."
De joven, en la época en que empezaba a salir, me hacía mucha gracia la canción. De hecho, pensaba que este queso no existía, que era una broma de esta melodía, y me quedaba con la tetilla, que tenía sus pensamientos.
Luego esta refrescante canción decía, "he bebido cuatro o cinco cañas, aparte de las cañas hay tres dobles, aparte de los dobles son dos jarras...", y la última estrofa acababa "y en el servicio de caballeros he masacrado un camarero".
Para desatarse a ritmo de guitarra eléctrica, gracias, en parte, al queso de Tetilla, el más famoso de Galicia.
miércoles, 19 de agosto de 2020
Donde la lluvia es arte
Llueve en el noroeste de Galicia. Mucho. Con fuerza, acelerada por el viento, que empuja las gotas hacia los rostros de quienes caminan por las calles, los campos, las riberas de los ríos y las orillas del mar.
Leo en la prensa gallega que se está en un proceso de ciclogénesis explosiva, un fenómeno meteorológico que se ha extendido en los últimos años (en ocasiones, puede llegar a ser peligrosa).
El ojo ve cómo cae el agua sin parar sobre los campos gallegos, que reverdecen aún más. La hierba de los prados, los árboles, los arbustos... La bandera de Galicia es blanca con una raya cruzada azul. En días como hoy, quizá podría parecerse al verde de Irlanda. O, al revés.
Además, las nubes bajan y cubren, primero los montes, y después los árboles. Por momentos, desaparecen. La humedad sube desde el suelo, y parece extender una cortina que difumina el horizonte.
Ya se cantó en la época de la Movida gallega:
"Donde se quejan los pinos,
y se escuchan alalás
Donde la lluvia es arte
y Diós se echó a descansar".
martes, 18 de agosto de 2020
Que no decaiga el honor de María Pita
Recuerdo que en la EGB, en la asignatura de sociales, se estudiaban a los grandes personajes de la historia de España. Y entre ellos figuraba María Pita, la ilustre gallega que, con su valentía, contribuye a derrotar a las tropas inglesas bajo el mando de Francis Drake, que quisieron conquistar La Coruña en 1589, tras la desastrosa derrota de la Armada Invencible. De hecho, en el libro de sociales, María Pita estaba a la altura de Agustina de Aragón, heroína en la defensa de Zaragoza, esta vez contra los franceses en la cruel guerra de la Independencia.
Años después, tengo la sensación de que María Pita ha caído en cierto olvido frente a otros personajes históricos.
Como estamos en el año de Galdós, diría que, a lo mejor, María Pita habría necesitado que los Episodios Nacionales hubiesen empezado antes. De hecho, Don Benito comenzó con otro desastre histórico naval: Trafalgar. Por derrotas que no sea. Galdós, por lo que he leído, estuvo más de 40 años escribiendo los Episodios Nacionales, con lo cual, difícilmente le habría dado tiempo a escribir más libros de esta irrepetible serie.
Bajo estas premisas, María Pita todavía debería ofrecer espacio para nuevos libros.
Mientras, los visitantes de La Coruña todavía tienen la posibilidad de ofrecer honores a la heroína gallega, tal y como se merece, al acercarse a su estatua en la plaza que lleva su nombre.
A los homenajes se unieron hace ya muchos años los Siniestro Total con la Balada de Cachamuíña y María Pita, en su LP, De hoy no pasa, si no recuerdo mal. Unos honores que, en mi humilde opinión, estuvieron a la altura, con una balada que he escuchado tantas y tantas veces.
Reconozco que en los primeros años, como consecuencia de mi juventud, no sabía quién era Martín Códax. Ahora sé quién es, y es cuando no debería.
"... Tu serás del Celta, yo del Deportivo
Rías Altas, Rías Bajas,
Orense y Lugo al mismo son,
Cachamuíña María Pita
Ron ron ron, la botella de Ron...".
lunes, 17 de agosto de 2020
Vámonos nena al otro lado de la ría
Miraba hoy al mar, cuando me he acordado de estas viejas estrofas de Siniestro Total.
"Viera mujeres con carritos
Viera gente marinera
Viera barcos y gaviotas
Y menos mal que no lloviera
Viera chocos y fanecas
Y gamelas y bateas
Viera Vigo desde lejos
Y menos mal que no lloviera...".
El fin del mundo vuelve a Finisterre
Durante este domingo, la lluvia y la niebla han escondido casi completamente el faro de Finisterre, Fisterra en la lengua de Rosalía de Castro. No se veía nada. Solo, de fondo, se podía escuchar a lo lejos el ruido de las olas, tras la espesa blancura de las nubes bajas. Un sonido que permitía saber que Finisterre no volvía a ser el fin del mundo, como establecieron los romanos.
He leído que a los romanos, de las cosas que más les impresionaron y asustaron cuando llegaron a este confín del mundo, fueron las puestas de sol, o más bien, cómo el mar se tragaba al sol, incluidas sus últimas llamaradas.
Este domingo, la niebla se había tragado al sol y a las cumbres de los montes y acantilados de la Costa de la Muerte.
sábado, 15 de agosto de 2020
Melancolía en el Caribe
viernes, 14 de agosto de 2020
El Atleti vuelve a ser el mejor equipo poético
Esta noche, he escrito este post en ADN Rojiblanco.
Queridos colchoneros,
De nuevo, nuestro Atleti ha vuelto a convertirse en un equipo poético, aquel que enlaza con temas literarios de la poesía tradicional como el paso del tiempo, la tristeza, la esperanza, el desengaño o el amor. El amor, en el peor momento, se mantiene; desengaño por haber pensado que se podía ganar; y tristeza, por haber perdido.
Antes he bromeado con el "Siempre nos quedará Liverpool", como Rick Blame (Humprey Bogart) le decía al final de Casablanca a Ilsa Lazslo (Ingrid Bergman), el verdadero amor de su vida al que estaba renunciando, "Siempre nos quedará París". Nosotros, al contrario que Rick, no tenemos que renunciar a nuestro equipo, al que consideramos como una de las cosas que más nos importan de nuestras vidas, entre las cosas que no tienen importancia.
Hubiera sido bonita una victoria para homenajear a los atléticos fallecidos por esta terrible pandemia del Covid y a sus familias. Lástima. Si me permitís un recuerdo de las víctimas, habrán visto el partido desde el tercer anfiteatro, y al terminar habrán pensado: "el puñetero Atleti".
No nos vamos a engañar. No ha sido un buen partido, y durante un largo rato nos han superado, aunque, al final, la suerte nos ha sido esquiva. Gol de rebote. Coño!!! En el fútbol se necesita suerte a veces.
En Leipzig, en 1813, cayeron derrotadas las tropas de Napoleón en el que fue el principio del fin de su imperio, tras sus aciagas campañas en Rusia y España, y este jueves, el Leipzig ha derrotado a nuestro Atleti, que en los últimos años había sido capaz de plantar cara a todos los grandes de Europa.
Sobre el papel éramos mejores, pero tampoco el Leipzig es mal equipo. Tercero de una liga alemana creciente, frente a otras ligas como la española que, con la crisis, van a sufrir un duro golpe.
Sí, en este escenario de fuerte crisis económica, la liga española y todos sus equipos van a sufrir. Mucho. Nuestro Atleti incluido. No tengo ni idea de lo que va a suceder, pero apuesto a que va a haber alguna venta de algún jugador importante. Si esta crisis económica no hubiera llegado, es posible que el escenario fuera distinto, pero los equipos van a afrontar fuertes pérdidas de la temporada que ahora termina, y realizar fuertes ajustes de cara a la que empieza.
Los equipos que mejor vendan y más saneada tengan la caja, serán los que subsistan mejor. Si sale algún Oblak, Saul, Thomas o Giménez, no os sorprendais. Pienso que vender a algún jugador por un importe cercano a 100 millones de euros, tal y como se especula, sería una buena noticia. Muchos no estaréis de acuerdo, pero recordad que la situación actual del fútbol es crítica.
Salvo un cambio total, que nadie se espera en estos momentos, es muy probable que durante la próxima temporada los estadios permanezcan vacíos por culpa de la pandemia, que ya se ve que está lejos de ser resuelta. Es un fútbol muy triste, y al mismo tiempo un golpe demoledor para las cuentas de resultados de los equipos. Sin taquillas, con ajustes con los patrocinadores en una época de contracción económica. Y un escenario peor, los casos de Covid se han disparado en todos los equipos, y si mantiene así, no será fácil que la competición siga, al menos a un ritmo regular. Insisto, hay que sobrevivir.
Tras el resultado de hoy, los palos contra nuestro entrenador vuelven. De aficionados colchoneros y de otros equipos, especialmente de uno que vosotros conocéis bien. Pese a las excusas y justificaciones que ponen, nuestra derrota ha sido muy celebrada. Está bien. Eso supone que somos importantes.
Yo no me escondo. Pese a la derrota, estoy con Simeone a muerte. Me cuesta imaginarme un Atlético de Madrid sin él. No va a estar toda la vida, pero para una época tan difícil como la que viene, no veo a nadie mejor. Simplemente, por la estabilidad que ha logrado en casi una década, algo inimaginable, y que ahora es fundamental para sobrevivir. En la temporada que ahora concluye, ha vuelto a clasificar tercero al Atleti, no hay que olvidarlo, situación que permitirá al equipo volver a jugar la Champions. Y tras haber renovado a la mitad de la plantilla. Gracias Cholo.
Finalmente, la afición. En términos personales, todos pasamos por una época difícil tras dos crisis económicas consecutivas, y cuando apenas estamos entrando en la segunda, marcada por la crisis sanitaria. En términos deportivos, sin poder ir a nuestro estadio desde el pasado mes de marzo, partido contra el Sevilla, que ya tendría que haberse jugado a puerta cerrada. De cara al futuro inmediato, como he comentado antes, vamos a seguir alejados del Metropolitano. Una situación que nos aleja del equipo, de nuestra afición por el Atleti y que no tiene visos de finalización. Los que estamos en ADN Rojiblanco somos buenos aficionados, y creo que, en la distancia, mantendremos nuestro respaldo incondicional.
En esta noche de derrota y eliminación en Champions, tratad de recordar por qué sois del Atleti y no de otro. Seguro que os reconforta. Un saludo cordial a todos.
Ayer, hoy y siempre, Aúpa Atleti!!!
sábado, 8 de agosto de 2020
¿Deben llevar mascarilla los actores de los anuncios de la televisión? Creo que sí
Los anuncios en la televisión de administraciones públicas en los que se recuerda la obligación de llevar mascarillas como herramienta para hacer frente al contagio del coronavirus Covid-19 son cada vez más frecuentes. Lógico. Quizá habría que insistir más, vista la crisis sanitaria, social y económica que la pandemia está generando en España.
Llama la atención que ninguno de los anuncios que se emiten en el conjunto de las cadenas televisivas, al menos que yo haya visto, aparezcan actores y actrices con mascarillas. En muchos anuncios aparecen personas felices y contentas anunciando productos veraniegos y la época estival, en publicidades que se han realizado en plena pandemia. El Covid-19, recuerdo, nos empezó a destrozar a principios de marzo.
Hay que reconocer que personas con mascarillas no serían le mejor manera de promocionar un producto o un servicio entre los posibles clientes. Pero en condiciones normales, de la vieja normalidad a la que nos gustaría volver, pero que ahora no podemos.
A lo mejor, en esta nueva normalidad, las marcas comerciales que se anunciasen en televisión con personas portando mascarillas lograrían alcanzar un reconocimiento social y una valoración positiva por parte de la población, porque ahora, la gran mayoría estamos de acuerdo en que es necesario portar mascarilla. Es más, cuando caminamos por la calle nos llama la atención ver a personas sin mascarilla. En la televisión sucede casi lo mismo, llama la atención ver a personas sin mascarilla.
domingo, 2 de agosto de 2020
Recuerdos que cada día se comprenden mejor
miércoles, 8 de abril de 2020
El milagro de Antic y la temporada de nuestra vida
Escribí este homenaje a Antic en la noche de ayer y lo publiqué en ADN Rojiblanco
Radomir Antic llegó a nuestro Atleti en el verano de 1995, un momento de desánimo. El equipo había perdido la inercia de la era de Futre y Schuster, apoyada en su etapa final por Luis Aragonés, y las dos temporadas previas habían sido un desastre. Tanto que en una de ellas hubo cinco entrenadores y en la otra seis, incluido un tal Romero, y en la que se coqueteó con el descenso, pese a tener ya en el equipo a jugadores como Kiko, Simeone, Vizcaíno, Caminero, Solozábal, Lopez o Toni.
lunes, 16 de marzo de 2020
El coronavirus, además de la tragedia humana, amenaza con hundir todo
"En más de 20 años en la prensa económica, no recuerdo un día como hoy, con tantas noticias de oleadas con miles despidos, cierres de empresas y hundimiento de los mercados y la economía. La crisis generada por el coronavirus, además de la tragedia humana, amenaza con hundir todo."
El 11-S y el 11-M fueron de un gran dolor.
lunes, 9 de marzo de 2020
Covid-19, de pronto todo puede cambiar
Mi mujer me ha dicho que esta situación le ha recordado a la que vivió durante el bloqueo que se estableció en EE UU tras los terribles atentados del 11-S, donde tuvo que permanecer más de una semana sin poderse mover. No te lo esperas, en absoluto, y de pronto, la vida puede cambiar.
Complicada sensación.
Ps: Recuerdo que en algunos manuales de relaciones internacionales en la lejana época de la facultad se hablaba de amenazas futuras, y se aludía a las amenazas de virus para la salud y la sociedad, entre otras. Entonces me parecía irreal. Irreal era yo.