jueves, 21 de febrero de 2013

Prohibido dar cambio

Vivimos en un mundo lleno de civismo. Vamos a los hechos. Esta mañana fui al centro de Madrid en coche. Aparqué. Pero, al dirigirme al parquímetro a adquirir un ticket, me di cuenta de que no tenía cambio. Benditas monedas.

Caminé hasta un bar, y pregunté si tenían cambio de un billete de cinco euros. "No", contestó el camarero secamente y mirando hacia el suelo. Ni un adiós ni respuesta a mis "gracias". Me dirigí a una cafetería, y volví a preguntar lo mismo. "No damos cambio", me respondieron.

Hice una tercera gestión en otro bar y la respuesta fue "lo tenemos prohibido". Me quedé patidifuso. Tenía prisa porque me dirigía a un acontecimiento y me enfrentaba a una encrucijada. Podía dejar el coche sin ticket y exponerme a una multa, descartado. Podía mover el coche y buscar un parking subterráneo cercano, descartado porque llegaba tarde.

Y también podía... "¿Me da un donut?". Me lo dieron. Me lo comí y me dieron cambio. Claro, yo, que tengo el azúcar un poco alto, me he tenido que comer un donut. Podía haber pedido un café, pero la experiencia dice que tomar bebidas calientes con prisa son malas consejeras.

Finalmente llegué a la cita casi puntualmente. Eso sí, gracias a los amables camareros y responsables de bares de la zona por su colaboración. Nunca lo olvidaré.



Ps: A lo mejor los parquímetros son una fórmula para retribuir a los bares con los pagos de desesperados buscadores de cambio de monedas como yo. Donut por aquí, café por allá, se mejoran los márgenes.

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