Esto que voy a contar es rigurosamente verdad. En la comunidad de vecinos del garaje donde aparco mi coche cuando voy a trabajar han puesto varios carteles en las zonas comunes para pedir a los vecinos y transeúntes que colaboren en la limpieza y recogida de basura. Pero los carteles tienen frases impresionantes, demoledoras, dignas de ser escritas.
Tras dar instrucciones sobre cómo, dónde y cuándo hay que tirar la basura, los responsables de la comunidad de vecinos que han redactado el cartel afirman "parece obvio, pero les rogamos que no depositen su basura en los alcorques de los árboles o en el suelo".
En referencia a los dueños de perros, recuerdan que estos animales no pueden ir suelos y afirman que "también se encuentran frecuentemente heces de perro, por lo que rogamos a los propietarios que adopten las medidas higiénicas de cara a evitar desagradables sorpresas [vamos, que hay riesgo de pisar las cacas]". Asimismo, recuerdan a los fumadores que hagan uso de los ceniceros colocados para depositar las colillas (al parecer los hay, pero como no fumo, no me fijado) y "no depositen sus colillas en las jardineras o las tiren por el suelo como vienen haciendo".
No dejan títere con cabeza, quiero decir, títere cochinete con cabeza.
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