lunes, 25 de abril de 2011

La cerveza y el whisky amenazan a la OPEP


El mundo de la energía se enfrenta a una revolución total que va a marcar su mayor cambio en más de un siglo. Según he leído en Yahoo News, una de las publicaciones online más serias, la profesora de química e ingeniería biomolecular en la Universidad de Ohio, Gerardine Botte, ha desarrollado una tecnología que permite generar hidrógeno a partir de la orina, simplemente aplicando una ligera corriente eléctrica al líquido.

Al parecer, un vehículo equipado con una pila de combustible que funcione con orina podría recorrer cerca de 150 kilómetros con un galón de orina, es decir, algo menos de 40 kilómetros por litro de urea. La prestigiosa publicación comenta que será también un gran incentivo para concienciar a los ciudadanos de que orinar en la calle no solo ensucia las ciudades, sino que supone un derroche de energía.

En estas circunstancias, cabe pensar que el poder estratégico de los países de la OPEP se va a desplazar a los grandes descampados que acogen los principales botellones, donde el consumo de cerveza y otras bebidas espirituosas como el whisky, la ginebra, el vodka y el ron será capaz de generar litros y litros de pis con los que impulsar a todo el parque móvil nacional. La litrona y el mini serán fundamentales para la seguridad nacional. De hecho, para España, esta fuente de energía podría ser muy importante porque reducirá la dependencia energética externa porque prácticamente podrá dejar de importarse petróleo. Lo siento por Arabia, Irán, Qatar, Venezuela…Claro que, a lo mejor para evitar esta situación, en algunos países árabes se puede empezar a promover el consumo de alcohol como vía clave para generar orina con la que compensar con su venta una hipotética reducción de la venta de petróleo.

También los bares de copas van a transformarse en centros de negocios y de generación de recursos económicos, que van a ser claves para este nuevo escenario económico. Y las discotecas, por supuesto. Ah, y la publicidad del alcohol va a volver a las televisiones y a las camisetas de los equipos de fútbol. Si se puede anunciar  una petrolera como Repsol , BP o Exxon Mobil, ¿por qué no van a anunciar las bebidas alcohólicas? Su peso será decisivo en nuestro devenir económico.

En estas circunstancias, no se puede olvidar la relevancia que van a tener compañías como Mahou, Heineken, Guinness (desde 1759), Budweiser, San Miguel… las petroleras ya están temblando. De hecho, según me cuentan, estas empresas ya están en negociaciones con fabricantes de coches como General Motors, Toyota, Ford, Citroen, Daimler, Fiat, Seat y BMW, entre otros, para el desarrollo de modelos adaptados a la orina. Es más, los prototipos ya están a punto de saltar al campo comercial. En algunos concesionarios ya se está haciendo espacio para los vehículos impulsados con la orina.

Gerardine Botte va a ocupar un sitio en el escenario principal de los grandes inventores de la historia: Edison, Bell, Gutenberg, Benz, los hermanos Wright, el español Juan de la Cierva, Wernher von Braun…
Por cierto, se va a reeditar el álbum de los Toreros Muertos con la canción “Y creo que he bebido más de 40 cervezas hoy, y creo que tendré que expulsarlas fuera de mí, y subo al wáter que hay arriba en el bar y ya empiezo a mear…”. Pablo Carbonell fue, claramente, un visionario.

Ps: Me he enfocado demasiado en las bebidas alcohólicas como llave para la generación de orina, pero, ¿qué pasa con otros alimentos diuréticos? Van a tener, según las tesis de la profesora Botte, un papel primordial en los próximos tiempos. En conclusión, que vamos a estar comiendo sandía los 365 días del año. Hasta las 12 uvas del 31 de diciembre van a dejar paso a la sandía. Aunque sin exagerar, que no nos vamos a comer 12 sandías.

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