martes, 19 de abril de 2011

Los bebés, auténticos héroes gastronómicos

Los bebés son unos auténticos héroes de la gastronomía. No es para menos porque ¡qué malos están los biberones! Por curiosidad, he tenido la oportunidad de probar un biberón hecho con leche denominada de inicio (para bebés en edad de lactantes) y tiene un sabor algo así como metálico o como si estuviera dentro de un recipiente de madera. Sí, parece una contradicción, pero implica que no soy capaz de definir cuál es el sabor.

Recuerdo las palabras de algunos médicos y enfermeras que, cuando nació nuestro bebé, nos dijeron, la leche de los biberones les gusta porque es dulce. ¿Dulce? ¿Dulce? ¿Dulce?

No obstante, a los bebés les tiene que gustar, al menos en mi caso. Al menos hasta ahora, se toma los biberones con celeridad y energía. ¡Coño!, y energía la que gasta cuando nos retrasamos unos minutos a la hora de darle su leche. Da casi miedo escucharle. Si supiera hablar en ese momento estoy seguro que por su boca saldrían improperios y otras expresiones... Menudos gritos y berridos.

En estas circunstancias, a veces se puede sentir un poco de pena cuando estás comiendo por ahí algún plato suculento y el bebé se está tomando únicamente su biberón. Quizá más que pena, un poco de cargo de conciencia... aunque bueno, ya tendrá tiempo cuando sea mayor de comer delicias espectaculares mientras que los padres tendremos que limitarnos a los regímenes alimenticios establecidos por los médicos.


Respuesta de Nico: Mi padre tiene mucho morro. El otro día se comió una ración de pulpo casi solito porque a mi madre le debió de dejar tres o cuatro trozos. Y yo, el biberón. No está mal pero por lo que dicen, al menos el pulpo con cachelos estarán bastante mejor.

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