miércoles, 17 de abril de 2013

No es de noche, no es de noche

Cuando llega la primavera y los días prolongan su duración frente a la noche, la vida nos envía inesperados desafíos. Durante el invierno, la caída de la noche y la llegada de la luna y las estrellas es una fórmula, habitualmente bastante exitosa, para convencer a los niños para que se vayan a la cama."Es de noche, hay que irse a dormir", les decimos para tratar de convencerles
.
Ahora, en estos luminosos días primaverales, a las nueve de la noche es de día, incluso, según pasan las jornadas, el sol se va manifestando cada vez con más brillo. Así, hoy, cuando ha llegado esa hora, le he dicho a mi nene que había llegado el momento de irse a la cama y me ha contestado entre lagrimas "no es de noche, no es de noche...". Aclaro, mi nene tiene poco más de dos años.

Tenía toda la razón, no era de noche. ¡Qué injusticia!


No hay comentarios:

Publicar un comentario