martes, 20 de marzo de 2012

El mejor reloj, el que logre detener el tiempo


He leído en la prensa de hoy que un equipo de científicos, bajo el paraguas del Instituto Tecnológico de Georgia en EE UU, está desarrollando el que va a ser reloj más preciso del mundo. De hecho, puede llegar a ser cien veces más exacto que los relojes más modernos creados hasta ahora. Su margen de imprecisión será de una décima de segundo por cada 14.000 millones de años. Al parecer, este ingenio se utilizará en diversas vías de comunicación confidenciales y para el análisis de las teorías de la física.

Una décima de segundo por cada 14.000 millones de años, una décima de segundo por cada 14.000 millones de años, una décima de segundo por cada 14.000 millones de años… nadie de los presentes en este mundo va vivir tanto. Aunque, queda claro que este reloj va a dejar por los suelos a la tradicional industria suiza de los relojes, famosa por la exactitud de sus máquinas.

De todas maneras, al volver la mirada hacia el pasado, recuerdo que en la literatura ha habido siempre algunos paradigmas que se han repetido a través de los tiempos: el amor, la muerte, el paso del tiempo… En este punto, me atrevo a decir que el mejor reloj que quizá alguna vez se invente será aquel que logre que el tiempo vaya hacia atrás o, al menos, que se detenga. Aunque sólo sea para respirar un instante y mirar con tranquilidad a nuestro alrededor. No obstante, admito que esta invención no está a nuestro alcance.

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