"Sea prudente motorista". Así rezaban las pantallas de la Dirección General de Tráfico que hay en las carreteras españolas durante este fin de semana. Estoy de acuerdo con esta llamada a la prudencia. Aunque no todo el mundo parece hacer caso. Quizá porque no lo necesitan.
En los túneles de la M-30 (carretera-calle de circunvalación de Madrid para los que no sean de la capital de España), he visto esta misma mañana a un motorista con una moto de gran cilindrada haciendo un prolongado y espectacular caballito. De verdad, que arte, que destreza, que vigor, que valentía, que audacia. Me hubiera gustado haberle grabado con una cámara para verle luego en casa con más tranquilidad.
Y no ha sido el único gran piloto con el que me he cruzado. Soy afortunado. Minutos después, en la carretera de Toledo, un motorista me ha adelantado por la derecha justo antes de una curva bastante cerrada que ha superado haciendo una 'tumbada' digna de Randy Mamola, Eddy Lawson o Freddie Spencer. O en versión nacional, Angel Nieto, Aspar o Crivillé. Que curva, que conducción... El valiente piloto seguía después por la carretera a gran velocidad adelantando a derecha e izquierda agresivamente. Así tendríamos que conducir todos. Pido a las autoescuelas que introduzcan en sus clases esta modalidad.
Comentario muy agudo, estoy bastante a favor de que se endurezcan las pruebas de accesso a conducir motos de alta cilindrada. Incluso los que conducimos motos nos asustamos a veces de ver ese tipo de salvajadas en la carretera.
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