jueves, 9 de abril de 2009

Internet en el Dos Caballos

La pasada semana, nada más empezar el mes de abril, hablé del riesgo de la burbuja de las palabras al peso si mantenía el ritmo de escritura de las semanas anteriores. Que iluso. La amenaza parece haberse diluido. La burbuja no sólo no explotará sino que se ha deshinchado como un globo para niños con pedorreta incluida. Sólo dos entradas en diez días. Esta es la tercera.

Pero tiene justificación. He cambiado mi proveedor de acceso a internet en casa y durante una semana no he tenido acceso por banda ancha (alta velocidad). He estado fuera de las autopistas de la información. Mi nueva compañía, mientras cumplimentaba el proceso de traspaso, me facilitó conexión a través de las líneas telefónicas normales, lo que antiguamente se conocía como banda estrecha. Lo intenté, lo prometo, pero fue imposible. Era extremadamente lento. ¡Parece mentira que usásemos estas vías durante varios años y hasta hace relativamente poco tiempo! ¡Y era lo más normal!

Mi padre me ha recordado muchas veces como eran antes los viajes en coche de Galicia a Madrid con un Citroen 2CV (Dos Caballos) por aquellas estrechas e inacabables carreteras que precedieron a las modernas autovías y autopistas. 18, 20, 22, 24 horas. Era difícil saberlo con exactitud. Por favor, que los seis megas no me abandonen nunca y si es posible, que lleguen los 100 en el futuro.

Crónica falsa de un español del futuro: “En 2009, la gente navegaba por internet a seis megas, ¿cómo podían hacerlo?, y encima se creían modernos”.

1 comentario:

  1. Unos recuerdos curiosos
    El 2 Caballos era curioso
    Tenía refrigeración por aire que hacia que en invierno al subir cuestas el motor se calentaba y entraba aire caliente pero al descender un puerto el motor se enfriaba y entraba aire frío, gélido mas bien.
    Tenía 17 caballos por lo cual al subir el puerto de Navacerada en algunas zonas debia alguien debia descender del coche para que podiera remontar las pendientes
    No quiero cansar el recuerdo pero el coche citado tenía un dispositivo abandonado para este uso: l embrague centrífugo...tatatachan...
    Cuando el coche bajaba su velocidad de 12 km / hora el motor se desenganchaba de la tracción y el coche quedaba en punto muerto. Sien un descenso de un puerto, volvamos al de Navacerrada, y habia que frenar detrás de un camión por debajo de esta velocidad, se desconectaba el motor de la ruedas y el coche intentaba bajar en caida libre...cosa que se impedía haciendo una aceleración para que el motor volviera a quedar conectado a las ruedas reteniendo.....una delicia de seguridad porque si no estabas atento alcanzabas al camión con los "morros"
    Lo peor el caso es que en casa tampoco era frecuente tener calefacción salvo la humana y sobreviviamos

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