En Lufthansa, la gran aerolínea alemana, sirven almuerzos. Volé por la mañana de Madrid a Munich y dieron desayuno. Un par de pulgas de pan, una para comerla con unas lonchas de embutido y otra para hacer lo propio con mantequilla y mermelada. Volé por la noche de Frankfurt a Madrid y cené. Filetes de cerdo con verdura y pasta; y una chocolatina. Además, bebidas, café, té. En los vuelos más cortos, como de Munich a Berlín o de Berlín a Frankfurt, las amables azafatas ofrecen un refresco.
Y gratis. Bueno, mejor dicho incluido en el precio del propio billete.
No hay comentarios:
Publicar un comentario