Ya sabéis la mayoría que soy buen aficionado al fútbol. Estaba leyendo esta mañana el diario AS cuando dentro de mí ha surgido un deseo, un gran deseo: ojalá gana la selección española el próximo Campeonato Mundial de Fútbol de Sudáfrica, que se va a jugar en las próximas semanas.
No obstante, y para precisar, debo decir que esta vez el deseo no es por una cuestión deportiva. Es más, creo que en este caso el deporte y la competición son algo secundario. Con la gran depresión nacional que se sufre en estos momentos por culpa en gran medida de la crisis económica, una victoria en el Mundial o, al menos, un buen resultado, daría a la gente un soplo de optimismo, ¿no?
Pongo el ejemplo de las recientes finales que ha jugado mi equipo, el glorioso Atlético de Madrid. Ganamos una y perdimos otra pero, por lo menos durante estas últimas semanas, los aficionados hemos estado bastante entretenidos, tanto los que afortunadamente tenemos trabajo como los que desgraciadamente lo están buscando. Una cosa es cierta y es que hay más aficionados de 'La Roja' que de nuestro Atleti con lo cual, una victoria de la selección de Del Bosque sería muy celebrada.
No me gustan las expresiones que se usan a veces para referirse al fútbol y otros entretenimientos masivos como aquellas que de "pan y circo" o "el opio del pueblo". Prefiero quedarme con la visión de que, en este momento y por una vez, las noticias del Mundial pueden ser refrescantes. Al fin y al cabo se juega en junio y julio. Pero, ¡que sean buenas!
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