lunes, 4 de marzo de 2013

La Dirección General de Tráfico, acechada por la doble fila

Esta mañana he pasado con mi coche junto a la Dirección General de Tráfico  (DGT), en la calle Arturo Soria de Madrid. Y lo que son las cosas, el perímetro de tan peculiar edificio estaba rodeado de coches en doble fila o aparcados en zonas de prohibido estacionar (en carriles de circulación).

Creo que hay que ser comprensivos. Seguro que muchos de estos coches pertenecían a personas que todavía no se han sacado el carnet de conducir. Claro, los pobres desconocen las señales de tráfico. Todavía no se han examinado y no han tenido tiempo de memorizar el código de circulación.

A lo mejor, estas personas también tienen poca práctica en la conducción y necesitan aparcar en sitios fáciles, donde no haga falta realizar demasiadas maniobras. No sea que golpeen a otros vehículos.

De igual forma, pueden ser personas que vienen a renovar su carnet de conducir y, como hace ya mucho tiempo de su examen, han olvidado el significado de algunas señales. Nadie es perfecto.

Al mismo tiempo, podría darse el caso de que los policías municipales actúan con generosidad y no quieren multar a estos conductores, que aparcan junto a las puertas de la DGT. Hay que darles una segunda o tercera oportunidad. Si los autobuses tienen que salir a la tercera fila para pasar y se forma un pequeño atasco, hay que ser paciente.

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