Voy a recomendar a todos que inviertan en acciones de las empresas de neumáticos. Estoy convencido de que sus títulos van a subir en la Bolsa porque sus resultados van a seguir mejorando a pesar del agravamiento de la crisis económica. Es más, los españoles van a ser muy buenos clientes pese al citado agravamiento económico.
Y es que, en general, las carreteras y calles de muchas ciudades españolas se han llenado de baches en los últimos tiempos. Nuestra querida Villa y Corte no es una excepción, ni mucho menos. Este mediodía, he tenido el placer de pasar con mi coche por unos simpáticos agujerillos al comienzo de la avenida de Los Andes, al este de Madrid. El caso es que el vehículo que iba delante ha dado un ligero volantazo para evitarlos, pero yo no he podido.
Pero no me arrepiento del todo. Finalmente ha sido una prueba de esfuerzo para las ruedas de mi coche. En principio, creo que mis neumáticos se han comportado como auténticos machotes.
Claro que no es el único de estas características. Las calles de Madrid (parece un pasodoble) empiezan a estar pobladas con estos accidentes geográficos en el asfalto. Y si en el escenario actual de ajustes, estas calles, paseos y avenidas no se asfaltan, la demanda de nuevos neumáticos se va a disparar entre los conductores madrileños.
Inviertan, inviertan ustedes en los fabricantes de neumáticos. Son un valor seguro, casi un refugio, como el oro.
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