jueves, 15 de octubre de 2009

Sony vence a Ruiz Zafón; claramente

Escribí hace varios meses que el juego del Tetris era demoledor. Vuelvo a experimentar ahora una sensación similar. Y es que las consolas de videojuegos portátiles pueden llegar a ser embriagadoras. Voy más lejos, son embrujadoras. Ahora entiendo a las personas que viajan en el metro sumergidas en los juegos.

Durante toda la mañana del pasado martes estuve jugando a un juego sobre destreza mental: cálculo, observación, memoria, análisis... No se me dio mal, bueno, la verdad es que se me dio bastante bien. Mejor dicho, muy bien. Soy un monstruo.

Sinceramente, el juego no encontró resistencias para alcanzar mi plena aceptación personal. No había manera de parar. Que insistencia y pasión. Una prueba, otra, y una tercera, y la enésima. Ni siquiera cuando una mosca se me posaba en la nariz o la frente (y fueron unas cuantas), podía parar, y mira que son desagradables estos insectos “come cacas” cuando se posan en la piel y caminan sobre ella. Ni aún así.

Secuestré la noche anterior el libro “La sombra del viento”, de Carlos Ruiz Zafón, de la amplia biblioteca de casa de mis cuñados, pero la premiada y conocida obra literaria, publicada por Planeta, fue claramente derrotada durante horas por la Sony y su Buzz. Menos mal que de todo se aburre el ser humano y Julián Carax se pudo hacer un hueco, poco a poco y siempre tras un largo esfuerzo, entre los tentáculos de Buzz y la tecnología japonesa.

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