miércoles, 8 de diciembre de 2010

Queso manchego y bonito del norte Repsol

Esta mañana me ha venido a la cabeza un anuncio de hace muchos años. Aunque sólo lo recuerdo de manera un tanto difusa, me acuerdo de un vendedor, no se de qué exactamente, que llamaba al timbre de una casa con la intención de vender algo, pero no le abrían. O si le abrían, tras escuchar brevemente lo que ofrecía, le cerraban la puerta. Es posible que estuviera tratando de vender una enciclopedia o una colección de algo por fascículos. 

Lo que sí he podido recordar es que, en una de las intentonas, el vendedor se disfraza de abuelita rural y ofrece a los dueños de la casa "queso y miel de la Alcarria".Creo que al final no tenía demasiada suerte pero, sinceramente, era un pesado.

¿Por qué me ha venido a la memoria este anuncio? Pues mi sencillo. He ido esta mañana a la gasolinera (de Repsol) y, al ir a pagar, la dependienta me ha dicho que sí quería algo más. He dicho que no porque me tenía que ir a trabajar pero, inasequible al desaliento, me ha ofrecido naranjas de Valencia (muy naranjas, por cierto), aceite de Córdoba, bonito del norte, aceitunas andaluzas, queso manchego... y creo que alguna legumbre que podrían ser judías. He puesto como excusa que me tenía que ir a la oficina y que no me podía llegar nada y la dependienta, muy buena comercial, me ha respondido que "no hay problema, estas latas de aceite están acostumbradas a ir y venir".

En estas circunstancias, además de agradecer las gastronómicas ofertas de Repsol, he reflexionado y me he dado cuenta de que la gran petrolera española ha iniciado una diversificación de su negocio. Nada de vender gasolinas, gasóleos, butanos o gas natural, entre otros productos; ahora, en crisis, hay que comercializar todo lo que sea menester. No se, no se, pero a este paso, Repsol acaba haciendo la competencia a Día, Carrefour, Opencor, Alcampo, Ahorra Más...

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