domingo, 3 de junio de 2012

Dinosaurios, grandes depredadores con una inmejorable imagen de dulzura y simpatía


Esta mañana he visto un anunció de promoción televisiva de una serie de dibujos animados llamada Dinotren. En esta serie, unos simpáticos dinosaurios viajan en un tren y van visitando diferentes lugares y conociendo otros dinosaurios. El programa vuelve a mejorar la imagen de estos animales que, pese a su ferocidad y crueldad, son vistos por los niños y los mayores como unas mascotas animadas, simpáticas y amables. 

Probablemente, uno de los dinosaurios más dulces de la historia ha sido Dino, la mascota de Pedro Picapiedra. Durante mucho tiempo, a mi me hubiese gustado tener en casa mi propio Dino, pero no pudo ser. También en Toy Story uno de los personajes es un dinosaurio que tiene problemas para jugar a los videojuegos por sus pequeñas manos.

Otros dinosaurios con un buen cartel fueron piecito y sus amigos, protagonistas de En busca del Valle Perdido, aunque en esta película había también algún dinosaurio de los antipáticos.

Claro, la verdadera imagen de los dinosaurios la dio Steven Spielberg en Parque Jurásico, cuando sacó a estos animales del corral en el que los tenía escondidos. Qué miedo daban, entre otros, el velociraptor y el tyrannosaurus rex. Recuerdo la imagen en la que este último se come a uno de los personajes que, para más inri, estaba sentado en la taza del wáter. Por lo que he leído, el tyrannosaurus fue un superdepredador que convertía a los leones y tigres en simples mininos capados. El velociraptor, a su vez, parecía listísimo y según se veía en la película de Spielberg, cazaba en manada. Y no digamos nada sobre el pterosaurio, un dinosaurio volador que se llevaba a sus presas al nido para dárselas a sus crías de aperitivo.

Recuerdo también haber visto de niño una vieja película, de la que no recuerdo el nombre, en que un dinosaurio, al menos, sembraba el terror en un entorno muy parecido al del oeste americano. De hecho, cuando empecé a ver la película pensaba que era un western. Sin embargo, admito que lo pasé mal, menudo terror, no había forma de matarlo.

Aún así, y a pesar de esta ferocidad, los dinosaurios mejoraron su imagen en los medios de comunicación y en el cine. Son amables y queridos por lo niños. Parece que siempre han contado con buenos asesores de imagen, responsables de marketing y directores de comunicación. 

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