Por suerte, estuve en el partido inaugural de la selección española de la Eurocopa. En la bonita ciudad de Gdanks. Y contra la selección italiana. Ni un solo pero al partido, a la organización y a todo el entorno. Con una excepción. En la Eurocopa, los genios de los organizadores han decidido poner una musiquilla bailona cada vez que se mete un gol, “la la la la la la la”. En el resto de partidos que he visto por la televisión he podido ver que la música se ha puesto en todos los partidos.
La música, en esos momentos de un partido, tiene una
peculiaridad. Para los aficionados del equipo que mete el gol viene fenomenal,
porque contribuye a mejorar la celebración y la euforia. Pero, por el
contrario, el problema viene para los seguidores del equipo que ha encajado el
gol. Encima que te marcan, con lo que duele, ya no sólo hay que escuchar los
cánticos de los aficionados contrarios sino que, además, por los altavoces del
estadio emiten una música de algarabía y jarana.
El impacto de esta musiquita, seguro, que será peor en la
medida en que avance el torneo. Si a tu equipo le meten un gol en la liguilla,
pues se sobrelleva mejor, pero si es en cuartos de final o semifinales y no
digamos en la final y le meten un gol a tu equipo… como para ver bailar a los
del equipo contrario con la música.
Por favor, organizadores, un respeto para los equipos que
pierden y sus aficionados.
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