miércoles, 9 de diciembre de 2009

La gran pasión por la política

Y dicen que la gente no tiene interés por la política. ¿Seguro? Ayer por la mañana quedé con unos amigos con el objetivo de visitar el Congreso de los Diputados aprovechando las jornadas de puertas abiertas que vienen después de la celebración del día de la Constitución.

Ilusos de nosotros. Cuando llegamos, no me atrevo a calcular el número de personas que había esperando, pero si puedo decir que la cola superaba el kilómetro de longitud. Para los que conocéis Madrid, el final de la cola sobrepasaba el Banco de España pero por su fachada en la calle de Alcalá. Por cierto, el Banco de España está en la Plaza de Cibeles mientras que el Congreso está en la Carrera de San Jerónimo, que desemboca en la Glorieta de Neptuno. En el quinto... Supongo que más de uno habría estado esperando desde las cuatro de la mañana o antes.

Tras estar el resto de la mañana en el Museo del Prado (que maravilla, Velázquez, Goya, Murillo, El Greco...) y comer, ya bien tarde, en un restaurante indio, nos marchamos más allá de las seis de la tarde. Pues bien, el tiempo de espera era todavía similar. Muchos estaban dispuestos a no marcharse sin visitar el Congreso de los Diputados.

Nunca he visto un clamor así. Que pasión por la política. Ni siquiera en sitios tan populares y concurridos como el estadio Santiago Bernabéu he visto tanta gente esperando. Por una vez, ni Cristiano Ronaldo ni Kaká fueron comparables a Zapatero o Rajoy. Menuda diferencia entre hacerse una foto en el césped o en el banquillo de este famoso estadio a hacérsela en el escaño de Zapatero o Rajoy. Sin duda, fue una imagen para la posteridad para quienes pudieron entrar.

Como sugerencia y como vía para reducir déficit público y deuda pública, creo que los responsables del Congreso de los Diputados podrían establecer jornadas abiertas los 365 días del año. Podrían establecer un precio asequible para todos los públicos y a recaudar. Y si no los 365 días del año, y para no molestar a sus señorías diputados, declarar las jornadas abiertas en los periodos en los que no hay actividad parlamentaria que creo que también son unos poquitos meses.

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