domingo, 27 de diciembre de 2009

Salamanca, Churriguera y "Diego ama a Belén"


Hemos estado pasando el fin de semana en Salamanca. Como siempre, y ya son muchas veces, es una maravilla. Sin duda, una ciudad “Champions” entre las capitales españolas.

Hay una visita que recomiendo absolutamente. Es el recorrido por las torres y los tejados de las dos catedrales. Bautizada como Ieronimus, en honor al obispo de los siglos XI y XII Jerónimo de Perigeaux, los visitantes pueden admirar la Catedral Vieja con su retablo en la parte interna y su Torre del Gallo en la parte externa; la Catedral Nueva desde el anden interior así como una vista casi inédita del conjunto de la majestuosa ciudad: la Plaza de Anaya, la Clerecía, la Universidad, el Monasterio de San Esteban...

Sin duda, un homenaje a artistas como Juan Gil de Hontañón, su hijo Gonzalo Gil de Hontañón, Juan de Álava, los hermanos Joaquín y Alberto de Churriguera. Sin palabras.

Pero, además, los visitantes pueden contemplar a esos nuevos artistas que dejan su huella milenaria en los muros y fachadas de palacios y catedrales. Qué emoción. “Diego ama a Belén, 23-7-2009; Vero y Álvaro 05-06-09; Martín Codax, 4-5-2007, Marcial, Bruno, Lucía...” y tantos y tantos que han saltado de las puertas de los cuartos de baño de los bares a las fachadas de las catedrales.

No hay palabras para definir estos poéticos y profundos mensajes. Cuando los especialistas en arte del siglo XXVI analicen las catedrales y monumentos de Salamanca (o lo que quede de ellos) unirán estos mensajes a las lecciones de Fray Luis de León, los ensayos de Miguel de Unamuno o los cuadros de Sánchez Coello. Claramente, una gran huella de los creadores del siglo XXI.

No hay comentarios:

Publicar un comentario