viernes, 5 de marzo de 2010

Aterriza como puedas, en Hannover

He vuelto a ver esta noche la película "Aterriza como puedas". La he visto infinidad de veces y ya me sé, casi de memoria, muchas de las gracias. Pero no me había fijado en un detalle al principio de la película. Aparece un hombre a la puerta de un aeropuerto y pide un taxi: "Taxi", dijo. Y de pronto, un taxi se sube a la acera y se detiene. Se abre la puerta y aparece el protagonista, Robert Hays.

En esta línea de argumentación, estaba el pasado domingo por la noche subiéndome a un taxi en el aeropuerto de la ciudad alemana de Hannover; en los preparativos, me estaba quitando la gabardina todavía encima de la acera, cuando el taxi que estaba detrás arrancó. El vehículo no tenía sitio porque delante estábamos nosotros y a su izquierda había otro taxi que le impedía maniobrar para salir. "Tendrá que esperar un momento", pensé mientras seguía observando cómo avanzaba.

Pues me equivoqué. El taxista aceleró un poco más y, ante la falta de espacio por la vía del asfalto, se subió a la acera donde nos adelantó a nosotros y a otro coche que había delante. Todo, por supuesto, encima de la acera hasta que tuvo sitio suficiente para volver a la calle. En definitiva, casi como en "Aterriza como puedas". Pero no me voy a quejar, ni a protestar, al fin y al cabo no me atropelló.


Ps: Por cierto, vaya aterrizaje que había tenido sólo minutos antes en ese mismo aeropuerto. Menos mal que el taxista no era el piloto del avión.

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