lunes, 6 de febrero de 2012

El frío impacta negativamente en la venta de pipas en los estadios de fútbol

Este domingo he ido al fútbol. Un día con una noche fría para ir al estadio. Pero, parece que la afición lo puede todo. Lo que sí puedo decir es que no he comido pipas, ni una sola, pese a ser todo un ritual en los partidos de fútbol. Pero creo que ni yo ni casi nadie los cerca de 50.000 espectadores que estábamos en el estadio. No estaba el tiempo como para quitarse los guantes, y con ellos puestos, es muy complicado pelar y comer pipas.

En estas circunstancias, puedo decir que la climatología con esta dura ola de frío ha tenido un impacto muy duro en un sector económico tradicional: los vendedores de pipas. Pocas bolsas habrán vendido hoy.

No me extrañaría que, al igual que hacen otros sectores económicos, estos vendedores vayan a pedir ayudas públicas para compensar los daños provocados en su actividad por esta dura ola de frío.

Quizá hayan podido compensar este retroceso en las ventas en los estadios con un incremento de la comercialización de pipas para los espectadores que hayan visto el partido por la televisión. Ahora bien, diría que las pipas son un alimento-entretenimiento más propio de lugares al aire libre que de las casas de los consumidores, quizá por lo que pueden llegar a ensuciar.

En fin, creo que el frío es un enemigo de las pipas, procedentes además de una planta tan calurosa como es el girasol.


Ps: Todo mi respeto para los vendedores de pipas por el duro trabajo de montar y desmontar los puestos los días de partido, haga frío, calor, llueva o nieve.

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