lunes, 9 de abril de 2012

He estrenado los WC de una gasolinera, ¡ooohhhh!

Volvía en la tarde de este domingo a Madrid por la carretera de Barcelona, cuando, en un momento determinado, a la altura de la provincia de Soria, el coche me avisó de que tenía que parar y echar gasolina. Una vez recibida la advertencia, paré en la siguiente gasolinera. Puse gasolina en el coche y, tras pagar, me dirigí a los servicios para lavarme las manos. 

Abrí la puerta de los cuartos de baño y… ¡estaban nuevos!

Me quedé impresionado. Estaba estrenando casi los servicios de una gasolinera. Olía a pintura recién puesta, incluso al cemento de la obra, en definitiva, olía a nuevo. Por una vez, nada de nada de esos olores típicos de cuarto de baño que… no doy más detalles.

Además, los espejos estaban relucientes y permitían que cualquier usuario pudiera acercarse para peinarse. Creo recordar que, en anteriores ocasiones había parado en esta misma gasolinera y, en el centro del espejo, había un cartel en el que se decía “Prohibido lavarse los pies”.

En fin, me siento privilegiado por haber podido participar en el estreno de estas instalaciones porque, todo sea dicho, inaugurar los baños de una gasolinera es algo que está al alcance de muy pocos, visto lo poco que se suelen estrenar y la larga vida que tienen en muchos sitios. Son casi eternos.


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