viernes, 11 de marzo de 2011

La picaresca revive en las plazas de garaje

El titular de este post es absolutamente verdad. Tengo pruebas. Llegué el pasado miércoles al garaje en el que tengo alquilada una plaza, muy cerca de mi trabajo. Es una zona empresario-industrial situada en el este de Madrid, en la prolongación de la calle de Alcalá, que siempre está muy concurrida de coches y donde es muy complicado aparcar. Pues lo dicho, entré al garaje y al llegar a mi plaza, me encontré con que está ocupada por otro automóvil que, obviamente, no era el mío. Era un bonito Audi A-3.

Lo primero que hice fue llamarle "ca&/br¿(/&%$·HDP@2@MCETPM#\¬ÇÇ"... Iba con prisa y me agarré un enfado considerable. ¿Dónde dejaba el coche? Como no tenía ni idea de lo que hacer, fui a hablar con el portero de la finca por si sabía algo. Y claro que sabía muchas cosas. Para empezar, me explicó que es muy típico que en los garajes de esa zona, que nunca están llenos ni mucho menos, se cuele gente que no tiene plaza porque saben que a lo largo del día hay muchos espacios libres.

Me dijo que hay personajes de varios tipos. Unos son individuos que se conocen muy bien la zona y se cuelan de la calle aprovechando la entrada y salida de otro coche. A lo mejor son gente que no va a estar mucho tiempo y usan la plaza como parking eventual, eso sí, sin pagar. Los segundos son personas del propio edificio que meten su vehículo aunque no tienen plaza. "Hay pisos que les corresponde una plaza, pero a lo mejor están alquilados para una oficina en la que trabajan varias personas. Llega uno primero y aparca normalmente en la plaza que le corresponde. Pero después llegan otros y, después de dar varias vueltas por las calles y no encontrar aparcamiento, le piden la llave del garaje al compañero y meten el vehículo. O es el propio compañero el que le ofrece la llave y le dice que se meta, que no pasa nada", me explicó. Por supuesto, sin pagar tampoco. Parece que la picaresca sigue inventando muchas versiones.

1 comentario: