jueves, 17 de marzo de 2011

Perdimos el Mundial de Argentina por culpa de Mortadelo, no de Cardeñosa

Ayer fue el cumpleaños de Ibáñez, sí Ibáñez, el creador de dos de mis hérores favoritos: Mortadelo y Filemón. Si no recuerdo mal, cumplía 75 años. Con un aniversario tan solemne, no podía quedarme sin escribir. Mira que he leídos historias de estos dos avispados detectives.



Creo que debo ser bastante fanático de Mortadelo y Filemón porque tengo que reconocer que, en más de una ocasión, al ir a la sección de libros de centros como El Corte Inglés a echar una ojeada y una hojeada he acabado en la subsección de tebeos leyendo las aventuras de estos detectives en los juegos olímpicos, en los mundiales de fútbol, en pánico en el zoo, en el concurso-oposición, luchando contra los mercenarios cuidando de Alfonsito Dividendo...

Si hay una historia que contribuyó a entusiarmarme fue la que narra las aventuras de Mortadelo y Filemón en el Mundial 78 de Argentina. Y España pudo haber sido campeona del mundo en esa ya lejana cita antes que la Roja de Vicente del Bosque en el torneo de Sudáfrica. Y no lo fue por culpa de Mortadelo no del inolvidable Cardeñosa. En los momentos finales, tras una espectacular tangana en la que se pegan todos los jugadores, el árbitro expulsa a todos con excepción de Mortadelo, que se queda sólo en el campo. El problema es que quedaban muy pocos segundos y para que Mortadelo pueda tener energías suficientes para meter gol, el profesor Bacterio le inyecta una pócima. El detective calvorota engancha el balón y desde su campo lanza un trallazo contra la portería rival; sin embargo, el balón en lugar de ir a la red, con lo que España habría sido campeona, choca en el poste, pero va con tanta fuerza que rebota y se introduce en la portería española.

Tras encajar el gol, el árbitro pita el final del partido y España es derrotada. En ese momento, el resto de jugadores españoles se lanzan sobre Mortadelo y le sacuden un auténtico palizón. Creo que a Julio Cardeñosa, tras su clamoroso fallo contra Brasil, no le sucedió lo mismo.



Además, el tebeo del Mundial 78 tiene otros momentos memorables como cuando la selección española, que tenía convocados a los dos detectives, viaja a jugar a la ciudad argentina de Córdoba. Al final, y tras cruzar un río muy ancho y caudaloso, acaban en Córdoba, pero la de España, con la gente quedando para ir a los toros.

Desde luego, debo admitir que mi vida no sería la misma sin Mortadelo y Filemón.

Ps: En unos momentos como los actuales, en los que se dice que la innovación es clave para salir de la crisis, estoy convencido de que el Profesor Bacterio debería ocupar una posición mucho más relevante en el organigrama científico español.

No hay comentarios:

Publicar un comentario