En la mili estaba claro que todos los que iban eran ya muy mayores, unos auténticos hombres. Menuda escenita el día que se repartieron las armas, en mi caso, el histórico cetme. Los mandos repitieron en varias ocasiones que no había que apuntar a otro. Bueno, pues imaginad lo que sucedió al salir con el fusil. Unos apuntando a otros, otros jugando a la guerra, algunos simulando que disparaban a modo de francotirador... Como niños
A mí empezó a apuntarme en plan de broma uno de mi sección (bastante macarra) al principio me aguanté, pero al rato fui claro: "que no me apuntes, cojones", y me contestó, "no te pongas asín, que no te voy a fulminar".
Con este belicismo, todavía recuerdo lo bien que se lo pasaron muchos en las maniobras, en un asalto simulado.... "eeeeeeehhhhhhh, al ataque", ja ja ja ja
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