Es tan atractivo que me dan ganas de estar dándole besitos todo el día. Ya le he pedido permiso a mi mujer para que venga a dormir a la cama con nosotros. En el desayuno le he ofrecido churros y porras, pero no ha querido, serán los nervios de llegada a su nuevo hogar.
No sé cómo he podido estar tanto tiempo sin el tablet de Apple, sirve para todo, leer libros, ver vídeos, jugar con videojuegos... y hasta trabajar. De hecho, y como prueba de que soy una persona aplicada y responsable, tengo que decir que la primera aplicación que me he descargado ha sido una destinada a trabajar (un procesador de textos). El iPad es tan bueno, que seguro que dentro de poco ya empieza a escribir por mí.
Pese a este cariño apasionado que estoy dando a mi iPad, no quiero, desde aquí, dejar de enviar otro mensaje de respeto y aprecio a mi portátil HP, que me ha dado, me da y me dará todavía grandes ratos de entretenimiento como el que estoy pasando ahora mismo redactando estas líneas. De verdad, es un placer trabajar contigo, y también con mi viejo desktop Dell Computer, y con mi netbook Asus, y con el iPod Touch que tan buena música se deja oir, y con mi smartphone Samsung Corby Pro que me hace fotos tan elocuentes como esta que se puede ver en este mismo post sobre mi sobreestado personal en este momento.
Además, my móvil Samsung Corby Pro no se ha dejado llevar por los celos ante las llegadas estos días, primero de un LG Optimus con Windows Phone 7, y después de una Blackberry Torch; en esta casa nos llevamos todos bien y seguro que el iPad se va a llevar muy bien con todos sus amiguitos.
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