En acontecimientos de gran seguimiento como el Mundial de fútbol de Sudáfrica siempre hay noticias espectaculares. Por ejemplo, he leído en la prensa deportiva que dos hermanas australianas, Alanah y Joanne Argyrou, estuvieron 87 horas seguidas viendo fútbol por televisión. Al parecer, ambas batieron el récord de 86 horas que había establecido en 2009 el holandés Efraim van Oeveren.
No sé si esta noticia es real, o bien es una noticia viral inflada por internet, pero lo cierto es que es una chorrada.
Aunque, pensándolo bien, hay gente que a lo mejor no es capaz de estar viendo fútbol 87 horas seguidas pero sí se tiran más de 87 horas (casi cuatro días) esperando en las ventanillas de una taquilla de un estadio para comprar entradas de un partido de fútbol, o de un concierto de Lady Gaga. Y luego el partido o el concierto no duran habitualmente más de dos horas.
Haber si mejoras el temario que me duermo
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