Sin embargo, esta vez sucedió algo extraño. Cogí el ticket, se levantó la barrera y entré; pero nada más girar en la curva de entrada me encontré con bastantes coches, no precisamente aparcados sino buscando una plaza. "Qué raro", pensé. En esas circunstancias, decidí bajar a la segunda planta. Di una primera vuelta y no vi ninguna plaza disponible. Y al girar en una de las curvas, me encontré con más coches. Di otra vuelta, y una tercera vuelta y allí, ni había aparcamiento y cada vez había más coches.
Por un momento, pensé que me podía perder el comienzo del partido. Pero, unos instantes después, me empecé a enfadar al darme cuenta de que, quizá, estaban vendiendo más tickets que número de plazas disponibles en el parking. La verdad es que se te queda una cara de tonto al dar vueltas por un parking de pago y no encontrar una plaza que supuestamente debe estar disponible.
Di una cuarta vuelta hasta que, en un momento de distracción del coche que tenía delante, me di cuenta de que un matrimonio con carrito de bebé se acercaba a un coche. Sí, les pregunté si se iban y la respuesta fue afirmativa. Me acerqué al vehículo y con paciencia esperé a que se marcharan. Entre medias, junto a mi coche pasaron al menos 15 vehículos diferentes y alguno repitió.
No sé qué sucedió finalmente pero, antes de salir, pude ver como uno de los encargados del parking bajaba a la segunda plaza a repasar el número de plazas y a ver si quedaban sitios libres. ¿Vendieron más tickets de los que debían? ¿Hubo coches que ocuparon más de una plaza? ¿Estábamos cegatos los conductores y no veíamos las plazas vacantes? Yo llegué con tiempo para ver el comienzo del partido aunque creo que otros no lo lograron.
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