martes, 20 de diciembre de 2011

Crisis y créditos, llantos y alegrías en la publicidad

En algunas emisoras de radio hay una publicidad durante las últimas semanas que me parece demoledora. Una persona va conduciendo un coche con gran nerviosismo y continuamente se repite "crédito, tarjetas, hipoteca, crédito, tarjetas, hipoteca, crédito, tarjetas, hipoteca...", y de pronto, se escucha una frenada con un posterior choque. A continuación se oyen unas sirenas de ambulancias.

El anuncio es de una compañía dedicada a la agrupación de préstamos, de las que han proliferado desde que comenzó la crisis económica. Su mensaje es nítido, arregle sus finanzas personales o se puede matar en un accidente de tráfico. Claramente, muy gráfico.

También en las radios hay un anuncio en una línea similar, aunque no tan tétrico, morboso y lúgubre. El mensaje es mucho más positivo. En esta publicidad radiofónica una mujer comenta con un tono muy jovial que ha recibido un crédito o préstamo personal, gracias al cual su familia ha podido tener dinero para pagar la cena de Navidad y comprar los regalos de Reyes. ¡Qué mejor destino para un crédito! La familia en cuestión no tiene dinero, las está pasando canutas, pero no hay problema, va a esta compañía financiera, pide un préstamo y se acabó la crisis, aunque sea durante la Navidad. Además, si se pide un crédito es para cenar unas langostas y bogavantes, por lo menos.

Hace años conocí a una chica que me contó que había pedido un crédito para ir de vacaciones. Por lo que tengo entendido, creo que estuvo bastante tiempo pagando dinero para devolver los fondos solicitados al banco. Al hablar de bastante tiempo quiero decir que estuvo varios años pero, qué importa, con todo lo que ligó, qué dinero más bien invertido. Hay es disfrutar, aunque posteriormente no se pueda dormir al no poder devolver el dinero. Se refinancia, de nuevo, y a correr.

No hay comentarios:

Publicar un comentario