Hoy me he planteado la posible opción de dejar de ser aficionado al fútbol. Seriamente. Pero, no me atrevo a proponérmelo porque creo que sería muy difícil, por no decir imposible, especialmente los fines de semana. Entras en los periódicos en internet y casi todo es fútbol (con excepción de Iñaki Urdangarín y Mariano Rajoy), enciendes la radio y fútbol, enciendes la televisión con el telediario y fútbol, te llama un amigo y te pregunta como ha ido la jornada de fútbol (por no hablar de los amigos que saben que tu equipo ha perdido, que preguntan con conocimiento de causa)...
Un panorama muy negro para los no aficionados y para quienes queremos ser como ellos. Me gustaría encontrar una solución. ¿Cine? No es tan fácil porque en televisión, la mayoría de películas son una castaña. Me temo que una de las pocas fórmulas para evitar al fútbol son los programas televisivos o radiofónicos del corazón y los cotilleos pero, tienen un peligro, en cuanto te descuidas aparece un futbolista liado con alguna modelo.
De igual forma, en la calle también es muy complicado huir del fútbol. Miras a la izquierda y aparece alguien vestido del Real Madrid, giras a la derecha, y te encuentras con otra persona con una camiseta de Messi.
El viernes, en una rápida ojeada por Twitter, pude cuantificar el peso que el fútbol tiene en internet: Gerard Piqué, 1,7 millones de seguidores; Xavi Alonso, 1,2 millones de seguidores; Mariano Rajoy, menos de 200.000 seguidores. Entre Messi y Cristiano Ronaldo deben tener....
En fin, que tengo muy difícil dejar de ser aficionado al fútbol, que soy preso de este entorno. A ver si mi equipo, el Glorioso, me da una alegría. Si no, me convertiré un eremita en la Sierra de la Demanda, o de los Montes Universales, o de la Sierra del Teleno.
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