jueves, 1 de diciembre de 2011

Dicen que desaparecerá el dinero físico en 2016, ¿y si hay corralito? ¿y qué pasa con el dinero negro?

Según he leído esta tarde en diversos medios online españoles, la compañía de pagos por internet PayPal y la consultora Forrester prevén que el dinero tradicional va a morir en 2016. Si se tiene en cuenta que en un mes vamos a entrar en 2012, el plazo que dan estos expertos es de cuatro años. Incluso, también hay quienes adelantan la fecha de la muerte del dinero a 2014. No es mucho tiempo.

La primera broma que he gastado es que, en la coyuntura económica actual, el euro parece estar en las últimas. Veremos a ver qué sucede en los próximos tiempos pero muchos inversores apuestan en estos momentos por una mayor seguridad en el dólar. Y seguro que, al mismo tiempo, ya hay quien tiene claro que va a volver el marco alemán.

Aunque hay cuestiones más difíciles de responder. Así, por ejemplo, ¿de verdad desaparecerá el dinero físico? Entonces, ¿qué pasará con el dinero que tenemos metido debajo del ladrillo, dentro del colchón o en la caja fuerte incrustada en la pared? En estos difíciles tiempos, seguro que muchos ciudadanos y ciudadanas están haciendo acopio de dinero en sus casas ante el riesgo de colapso en el sistema financiero. Porque, el armageddon financiero está día sí y día también en los medios de comunicación. Muchos se lo siguen creyendo, y en sus cabezas ya fluyen ideas par volver a las técnicas del intercambio, originarias de épocas tan lejanas como el neolítico ¿o el paleolítico?

En ciertos países, probablemente, no les digas a muchos que se olviden del dinero físico y que apuesten por la pasta electrónica. Por ejemplo, a un argentino. Después del corralito de 2001, cuando la gente no podía sacar el dinero de los bancos, más de uno se ha dedicado desde entonces a gestionar sus gastos y quehaceres diarios con dinero contante y sonante alojado en sus respectivos domicilios.

De igual forma, si se acaba el dinero físico, ¿dónde se guardará el dinero negro? Ahora no me sé bien las estadísticas pero, en España, hace pocos años, había más billetes de 500 euros (bautizados como Bin Ladens, porque nadie los veía) que en el resto de países de la Unión Europea. Desde luego, no tengo muy claro que, quienes guardan dinero negro, lo vayan a alojar a partir de ahora en formatos electrónicos. Existen las cuentas opacas, y las cuentas y otros productos financieros en paraísos fiscales, pero no son herramientas fáciles de usar para el común de los mortales.

Claro que, si se diese el caso de una hipotética obligación de que todo el dinero fuese electrónico, se estaría obligando a quienes tienen dinero negro, a sacarlo del bolsillo y aflorarlo. Qué buene idea acabo de tener para la lucha contra los fraudes fiscales, tengo que patentarla.

En fín, veremos qué sucede en 2016. Que la gente va a seguir usando más las tarjetas en detrimento del dinero físico, parece probable; pero que desaparezcan los billetes y las monedas... no sé, no sé, no sé.

No hay comentarios:

Publicar un comentario