Una de las polémicas del día ha sido protagonizada por la cadena de ropa sueca H&M. Según he leído en diversas publicaciones en internet, la compañía escandinava ha admitido que los cuerpos de las modelos que aparecen en su página web han sido creados por ordenador. Al parecer, solo son reales la cabeza y las prendas que lucen, lógicamente, en este último caso, pertenecientes a la propia H&M.
Sin duda, la noticia tiene un gran impacto. Para empezar porque supone una amenaza para los puestos de trabajo de las modelos. Si crear modelos por ordenador resulta más barato que contratar personal para estos empleos, muchas empresas de este ramo optarán por esta vía.
A este paso, el gremio tendrá que declararse en huelga para defender sus derechos ante la invasión de las modelos cibernéticas. Y quien sabe, al final podemos acabar viendo a Claudia Schiffer, Kate Moss, Adriana Lima, Marissa Miller, Alessandra Ambrosio, Denise Milani, Bar Reafaeli o Gisele Bundchen al frente de una pancarta en una manifestación.
De todas maneras, estas amenazas cibernéticas ya fueron advertidas por Miguel Ríos hace ya casi 30 años en la canción Amor por computador, del LP “Rock de una noche de verano”. La canción empezaba “en la agencia de amor cibernético garantizan pareja ideal…” aunque acaba diciendo que este amor vivía de espaldas al computador, porque vivía al natural, votaba ecologismo radical y odiaba hasta el transistor. Son riesgos de la informática, decía Miguel.
Quizá sea un peligro que las modelos virtuales estén más buenas que las reales, aunque, estas últimas siempre tendrán más cariño del público.
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