En el telediario he visto una noticia referente a la nueva edición del rally Dakar, que va a empezar en pocos días. Si no recuerdo mal, es la trigésimo tercera edición. La cuestión que se me suscitado no es otra que la referente al nombre del rally. ¿Por qué se sigue llamando rally Dakar, si ya lleva cuatro años celebrándose en Sudamérica?
Seguro que hay una respuesta basada en el marketing que, en este momento, desconozco. Ahora bien, en mi opinión, el nombre París-Dakar o incluso Granada-Dakar, como se llamó en alguna ocasión, tenía sentido cuando se corría entre esas ciudades de Europa y África. El primer año en que se cambió de lugar por motivos de seguridad, en 2008, también tenía sentido por el poco tiempo transcurrido desde la decisión de cambiar o, quizá, como homenaje a los muchos años en que se corrió en África.
Pero este es ya el cuarto año en que se celebra en Sudamérica. Exactamente, este año, el rally parte de Mar del Plata, en Argentina, y termina en Lima, Perú, y además, los pilotos van a recorrer zonas de Chile. ¿Rally panamericano? ¿Rally latino? ¿Rally austral?... Que trabajen los de marketing y creatividad. En unos años más, si no cambian las cosas, habrá gente que se pregunte por qué se llama Dakar, y los abuellos cebolletas recordarán difusamente que "allá por el siglo XX hubo una carrera de coches que recorría el norte de África y acababa en las playas de Dakar".
Por cierto, el emblema del rally es la imagen de un hombre de las arenas del desierto del Sáhara... Una discriminación para argentinos, chilenos y peruanos.
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