Acabo de leer que Carrefour ha lanzado una promoción para los mayores de 65 años, que en España son cerca de ocho millones de personas. Es decir, dirigida especialmente para los pensionistas. En esta promoción, la compañía ha decidido eliminar el IVA, que va del 4% al 8%, en productos de pescadería, carnicería, frutería, charcutería, panadería, pastelería, huevos, quesos, hortalizas y verduras, entre otros.
En estas circunstancias, me ha venido a la cabeza lo que ha sucedido durante años en España, cuando los abuelos, aprovechando los descuentos para jubilados, compraban las medicinas de toda la familia. La cuestión es que no compraban las medicinas justas sino que, en muchos casos, convertían sus casas en auténticas farmacias. Adquirías aspirinas, paracetamoles ibuprofeno, pastillas para el estómago, para el intestino, tiritas, alcohol, agua oxigenada, antidepresivos, tranquilizantes…. la lista era inacabable. Y así suministraban salud a toda la familia.
Con la promoción de Carrefour puede suceder lo mismo. Las cajas de estos hipermercados se van a terminar llenando de abuelos con grandes carros llenos de comida: filetes, pescado, huevos, jamón, queso, naranjas, alcachofas.
El problema puede ser el de la caducidad. Volviendo al ámbito farmacéutico, quién no ha recibido de sus abuelos alguna medicina que estaba caducada, y a lo mejor llevaba caducada no un año, ¡tres años!
Para la alimentación, el problema podría solventarse con grandes neveras y cámaras frigoríficas donde dejar la comida durante meses o, si la crisis se prolonga, durante años. Y si hace falta, pues se pone una nevera en la cocina y otra en el centro del salón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario