En los últimos días he estado de visita por algunos grandes
almacenes concluyendo el proceso de realizar el pedido a los Reyes Magos. Y, qué
graciosos podemos llegar a ser los compradores en ciertos momentos. “¿Qué le
regalamos a mi primo?”, preguntaba un hombre ayer por la mañana a través de su
teléfono móvil. Otra mujer hacía otra pregunta similar, supongo que a su
marido, “¿qué le compramos a tu cuñada?”.
En esta línea, un joven preguntaba hoy a mediodía, también
por su teléfono móvil, “¿qué talla tiene tu hermana?”.Y es que ciertos datos son muy difíciles de saber.
Seguro que fueron solo unos cuantos de los miles de
compradores que recurrieron al móvil para poder llevar a caso sus compras. Un
impacto positivo directo de la implantación de las nuevas tecnologías. Pero,
por otra parte, lo que sigue quedando claro es que, a veces, qué difícil es
regalar: buscar un regalo, que sea original, que guste, que no se salga de un presupuesto…y todo esto ampliado cuando hay que hacer varios regalos a un grupo heterogéneo de personas.
En cualquier caso, con la crisis económica que actualmente
nos envuelve, es una suerte poder visitar las tiendas y hacer las compras. Ojalá
que dure y dure y dure.
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