viernes, 11 de febrero de 2011

Daños colaterales de la ley anti-tabaco y de algunos cochinos

Hoy he podido obtener este documento gráfico. Es uno de los árboles que estaba junto a la puerta del restaurante al que he ido a comer. Se puede ver perfectamente que ya no se fuma en su interior, y que algunos de los clientes-fumadores se salen a la calle a fumarse unos pitillos o bien pegan las caladas antes de entrar o al salir. Es un efecto de la ley anti-tabaco.




Claro que también se puede ver que esta normativa provoca daños colaterales: los arbolitos, que transformar en ceniceros muy naturales. 

Aunque, a lo mejor estoy equivocado y desconozco que el sembrado de las colillas tiene como resultado, en el futuro, el crecimiento de un árbol de cigarrillos. Ya puestos, mejor un árbol de Cámel, Marlboro o Winston que un árbol de Ducados. Mira que si crecen de verdad.

En fin, los árboles se han convertido en depósitos de los residuos de los cigarrillos como resultado de la ley anti-tabaco. Mejor dicho, como consecuencia de algunos cochinos. A lo mejor ha llegado el momento de empezar a prohibir que se fume por la calle.

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