En la película "El Golpe" casi ninguno cumpliría la ley anti-tabaco, irían todos a la cárcel. La mayoría, incluido Paul Newman, es fumadora empedernida y los bares serían casi todos clausurados porque las humaredas generadas por puros y cigarrillos son dignas de los humos de las fábricas en la época de la revolución industrial.
Ps: Por cierto, menudas carreras que se pega Robert Redford, entonces estaba en buena forma.
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