jueves, 29 de abril de 2010

El Partenón en venta y, a este paso, el Escorial


Los periódicos ingleses abordaban hoy el problema de Grecia. Mientras me dirigía en el tren que va desde la estación Victoria al aeropuerto de Gatwick he podido leer en el diario Evening Standard que llevaba una señora que un crash de la deuda griega provocaría unas pérdidas de 12.000 millones de libras a los bancos británicos. ¿Será difícil recuperar ese dinero?

Durante años, los griegos han reclamado al Reino Unido la devolución de buena parte de las esculturas del Partenón, especialmente los frisos de Fidias, que están expuestos en el Museo Británico. Creo que estas obras de arte podrían ser usadas por Grecia como aval o colateral de sus deudas. Para ser más explícitos, “os pagamos los créditos pendientes con nuestras obras de arte”, podrían decir ahora las autoridades helenas. Y claro, si las cosas empeoran, a lo mejor los ingleses estarían dispuestos a seguir perdonando deuda con alguna de las columnas del Partenón, o con las cariátides del Erecteión.

No hay que ser cruel con los griegos porque vista la situación española, especialmente tras el movimiento de Standard & Poor's de este miércoles, a lo mejor hay que aplicarse el dicho tan manido de que “cuando veas las barbas de tu vecino...”. No tengo ni idea de cuánto puede valer alguno de los pedruscos del monasterio de El Escorial, ni la infanta Margarita de “Las Meninas”, ni Fernando VII en “La familia de Carlos IV”, ni el toro de “El Guernika”. A lo mejor hay que ir llamando al tasador.

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