La primera vez que la gran bola de piedra persiguió a Indiana Jones fue en la Gran Vía. No recuerdo si fue en el Avenida o en el Palacio de la Prensa, pero creo que fue en uno de estos dos cines. Fuimos a ver “En busca del Arca Perdida” casi de rebote. Pienso que no era la apuesta principal de aquel día pero como para ver esa película, de la que ahora no recuerdo el nombre, había demasiada gente entramos a ver a Harrison Ford, que en aquellos momentos, para los niños, era Han Solo. Nos habían dicho que era una película de aventuras, pero a la entrada no teníamos demasiado convencimiento. Craso error, menos mal.
Como he visto tantas veces la película, no sé qué imágenes fueron las que más me marcaron de aquella primera vez. Además de la citada gran bolsa de piedra, algunas sí las tengo claras: las serpientes del pozo de almas, Indiana Jones luchando contra el alemán forzudo junto al avión, Indiana Jones montado en el caballo blanco persiguiendo a los camiones germanos y, por supuesto, Indiana Jones subiendo al submarino. Y también me acuerdo muy bien de que empecé a reírme en la parte final cuando mueren todos los malos y sus cadáveres se deshacen como si fueran de plastelina.
Me acuerdo muy bien de que salimos eufóricos del cine. Si hubiera sido una sala de sesión continua, estoy convencido de que la habríamos visto una segunda ocasión.
Ahora en la Gran Vía apenas quedan cines. Algunos están cerrados y en otros hay grandes tiendas como H&M o teatros con nombre de marca de helados o de teléfonos móviles. Pero antes, hubo un tiempo en el que, para ir al cine, había que ir allí. Porque en la Gran Vía estaban Indiana Jones, Luke Skywalker, Supermán, ET el Extraterrestre…
Ps: Y Flash Gordon.
Yo la ví en el cole... ¡Qué recuerdos!!
ResponderEliminarPD: Santi, ¿me aprecias?