martes, 14 de julio de 2009

Aterriza como puedas en el metro

Esta historia es totalmente cierta, lo prometo. Si recordáis la vieja película "Aterriza como puedas", en un momento determinado, y durante una de las agitaciones que vivía el avión, una de las pasajeras trataba de maquillarse. Claro, era imposible. Acababa pasándose el pintalabios por toda la cara.

Ayer, cuando viajaba en el metro de Madrid, exactamente entre las estaciones de Prosperidad y Avenida de América (Línea 4), me quedé de piedra al ver como un señor trataba de ponerse unas gotas en los ojos (supongo que un colirio o similar). Y digo trataba porque las pasó canutas. No atinaba ni de cerca. Normal. El vagón se agitaba continuamente por el traqueteo habitual y era imposible dejar quieta la cara. Intentaba echarse una gota en el ojo. Nada, fallaba. Le caía en la nariz. Otro intento, en el cuello. Una tercera tentativa, en la camisa. La verdad es que el hombre llevaba la camisa hecha un asco.

A lo mejor soy cruel porque, es posible que el hombre no tuviera más remedio que ponerse las gotas en ese momento. Es cierto que llevaba unas gafas oscuras lo que denotaba que tenía algún problema de vista. Pero, ¡demonio!, se podía haber esperado unos segundos (como mucho un par de minutos), haberse bajado en la estación siguiente y haberse puesto las gotas en el andén... que no se mueve.

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