lunes, 24 de enero de 2011

El tabaco desafía al frío

Venía esta noche conduciendo hacia casa hasta que, en las proximidades de mi calle, tuve que parar en un semáforo. Tras detenerme, miré a mi derecha y en el coche que había parado junto al mío vi a una chica que ¡estaba con la ventanilla totalmente bajada! ¡Con el frío que hacía! Y pensé, "qué valiente es esta chica".

Estaba admirando su valentía cuando, de pronto, apareció una de sus manos... con un cigarrillo en la mano... y la chica le dio una profunda calada, con mucho placer. Y es que no hay frío polar que detenga a un fumador, mejor dicho, a algunos fumadores.

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