Fumadores de hospital, todavía existen

(Por favor, antes de empezar, esta vez perdonadme los tacos y las expresiones malsonantes) En las últimas semanas se ha hablado mucho de la ley antitabaco, hay posiciones a favor y posiciones en contra, pero a veces hay posiciones inexplicables. Fuera de esta nueva normativa, está claro que está prohibido fumar en los hospitales, clarísimo.

Pues bien, hoy me disponía a entrar en unos servicios situados en la planta 11 del hospital Ramón y Cajal de Madrid, situado a poco más de diez metros de la entrada de la unidad de lactantes del citado centro hospitalario. Al ir a abrir la puerta, pude ver que estaba cerrada, sin embargo, como había tocado el picaporte, la persona que estaba dentro me contestó con un "está ocupado". En ese momento, y como la puerta era una de esas que no llega hasta el suelo, pude ver en el suelo una cajetilla de tabaco. Si no me equivoco, Marlboro. Al no poder entrar, salí fuera a esperar. Unos instantes después salió un individuo joven, aunque no demasiado, de unos 30 años, cuya cara no me era desconocida. Sí ya le había visto por la citada planta.

Con un mosqueo creciente, entré en el citado cuarto de bajo y ¡coño!, olía a tabaco. El individuo había estado fumando. Hay que joderse, pero parece mentira que todavía haya gente que fuma en los hospitales, aunque sea en los baños de manera secreta. Pero hay cosas peores, como que los baños estaban situados en las proximidades de la zona donde hay habitaciones donde están ingresados niños enfermos. Y lo que manda cojones es que, la persona que estaba fumando, como era este caso, sea el familiar de un niño enfermo que estaba ingresado en una habitación de aislamiento de la citada unidad de lactantes por problemas respiratorios.

Para un personaje de esta catadura, ¿cuál sería el castigo que se merece? Se me ocurren muchas modalidades de sanciones, pero dejaré que cada uno decida cuál es el castigo que hay que imponer.